Las nuevas prácticas y enfoques de producción ganadera están redefiniendo cómo pueden disfrutarse sus productos alimenticios de manera más responsable.
En la búsqueda de prácticas alimenticias más sostenibles, surge un debate crucial sobre el papel de la carne y la leche en la dieta diaria. Estos productos, fundamentales en muchas culturas culinarias del mundo, han sido objeto de injustas críticas por su impacto ambiental; sin embargo, es importante reconocer que, consumidos de manera responsable y ética, pueden formar parte de una gastronomía sostenible que promueva tanto la salud como la conservación de los recursos naturales. Las nuevas prácticas y enfoques de producción ganadera están redefiniendo cómo pueden disfrutarse estos productos de manera más responsable.
Nutrición y valor cultural
La carne y la leche y sus derivados son fuentes valiosas de nutrientes esenciales, como proteínas, vitaminas y minerales, que son fundamentales para una dieta equilibrada; por ese motivo, su consumo fue incluido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Unesco en su decálogo de recomendaciones en el marco del Día Mundial de la Gastronomía Sostenible.
Estos alimentos han sido parte integral de la dieta humana durante siglos y desempeñan un papel importante en la identidad cultural y gastronómica de muchas sociedades.
La producción de carne y leche también desempeña un papel crucial en la economía rural y en la seguridad alimentaria de muchas comunidades. Por eso, apoyar a los agricultores locales que practican métodos sostenibles no solo fortalece la economía local, sino que también contribuye al desarrollo rural sostenible y al bienestar de las comunidades agrícolas.
El desafío de la sostenibilidad
Los productos cárnicos y lácteos tradicionalmente han sido asociados con una huella ambiental considerable. Desde la deforestación para la cría de ganado hasta las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la producción de carne y lácteos, estos sectores enfrentan desafíos importantes en términos de sostenibilidad. Sin embargo, diversas iniciativas están surgiendo para abordar estos problemas y ofrecer alternativas más sostenibles, y, en ese sentido, en Colombia, gracias a la gestión de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), ha venido desarrollándose, desde hace más de una década, el proyecto Ganadería Colombiana Sostenible que crea estrategias para mejorar la producción del negocio ganadero a través del trabajo amigable con el medio ambiente, permitiendo optimizar las capacidades de los ganaderos en el desarrollo de los procesos productivos de sus fincas mediante instrumentos prácticos de planificación predial participativa, provisión de material vegetal, capacitación y asistencia técnica, complementados con incentivos financieros en forma de pagos por servicios ambientales.