En el Gobierno de Petro aumentó producción de cocaína en Colombia

Los cultivos en el país crecieron en un 10% según las cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito publicadas por InSight Crime.

Los cultivos de coca y la producción potencial de cocaína en Colombia incrementaron durante 2023 mientras el gobierno optó por detener los esfuerzos de erradicación forzada y concentrarse en las incautaciones de drogas para combatir el narcotráfico.

Así se evidenció en el último informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).

El informe revela que los cultivos de coca en el país crecieron un 10% respecto al año anterior, alcanzando las 253.000 hectáreas.

Nariño y Cauca siguen siendo los principales focos, con cerca del 40% de la producción de coca concentrada en el 14% del territorio nacional. Además, casi la mitad de estos cultivos se encuentran en zonas de manejo especial como parques naturales, resguardos indígenas, reservas forestales y tierras de comunidades afrocolombianas.

Durante la presentación del informe, Candice Welsch, representante regional de la Oficina Regional de la ONUDD para la Región Andina y el Cono Sur, destacó un dato alarmante.

 «En 2023, la producción potencial de cocaína aumentó un 53%». Esto significa que Colombia tiene la capacidad de producir hasta 2.664 toneladas de cocaína al año, un máximo histórico.

Un cambio de estrategia antinarcóticos

El gobierno del presidente Gustavo Petro, que asumió en 2022, ha dado un giro significativo en la lucha contra las drogas en comparación con sus predecesores.

En lugar de centrarse en la erradicación forzada de cultivos, el gobierno ha dirigido sus esfuerzos hacia la incautación de drogas y la lucha contra las redes más lucrativas del narcotráfico, mientras apoya a las comunidades rurales para que adopten alternativas legales.

Sin embargo, esta estrategia no ha detenido el crecimiento de los cultivos de coca.

En 2023, solo se erradicaron 20.323 hectáreas de coca, una reducción significativa en comparación con las más de 100.000 hectáreas que se eliminaban anualmente bajo la administración de Iván Duque.

Pese a ello, Welsch subrayó que «los cultivos de coca se han concentrado cada vez más en determinadas zonas, lo que ha aumentado la capacidad de producción de cocaína».

Desafíos

Aunque la caída de los precios de la coca podría haber favorecido programas gubernamentales que incentivan a los cultivadores a cambiar a cultivos legales, la flexibilización del gobierno con los cocaleros no se ha traducido en un aumento significativo del apoyo a estas iniciativas.

Además, las comunidades que optan por la sustitución enfrentan amenazas constantes de grupos armados. Según la ONG Indepaz, al menos cuatro líderes comunitarios que promovían la sustitución de cultivos fueron asesinados en 2023.

Ana María Rueda, investigadora de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), comentó a InSight Crime.

 «La erradicación también prueba ser ineficaz, porque la erradicación manual no tiene cómo impedir la resiembra».

Incautaciones récord, pero el problema persiste

A pesar de la apuesta por las incautaciones, el aumento de la producción de cocaína sigue siendo una realidad preocupante.

En 2023, Colombia incautó 739,5 toneladas de cocaína, un aumento del 12,1% en comparación con las 659 toneladas incautadas en 2022. De mantenerse esta tendencia, el país podría superar el récord de incautaciones en 2024, con al menos 604 toneladas incautadas en los primeros nueve meses del año.

 Sin embargo, los expertos dudan de la efectividad de esta estrategia para reducir la oferta mundial de cocaína.

«La incautación va subiendo a la par del aumento de cocaína», afirmó Rueda, sugiriendo que la estrategia actual no está logrando reducir la producción de la droga.

La ONUDD también señaló que la demanda de cocaína en Europa y Estados Unidos sigue siendo constante, y el crecimiento en mercados emergentes como Asia y África contribuye a la rentabilidad del negocio.

«El mercado de la cocaína está en fase expansiva no solo en los mercados más tradicionales de Norteamérica, Europa y Oceanía, sino en mercados emergentes de Asia, África y Suramérica», aseguró Welsch.

En este contexto, Sanho Tree, del Instituto de Estudios Políticos, añadió: «Cuanto más libramos la guerra contra las drogas, mayor es la recompensa por el riesgo para los traficantes».