El poderoso movimiento telúrico causó graves destrozos en las zonas más cercanas al epicentro, desatando una crisis humanitaria. Hasta el momento solo se han reportado seis fallecidos y un grupo de 80 personas que permanece atrapado bajo los escombros de un edificio.
Pasada la una de la mañana hora colombiana, un terremoto de magnitud 7,7 grados en la escala de Richter, sacudió el noroeste de Myanmar (antes conocida como Birmania).
Dada la potencia del sismo, sus efectos devastadores y réplicas se extendieron hasta Tailandia y China. Autoridades de ese país, confirmaron que el movimiento telúrico tuvo como epicentro una zona a 16 kilómetros de la ciudad de Sagaing y a una profundidad de 10 kilómetros.
Aunque hasta el momento no hay un reporte oficial del sobre el número total de muertos, un informe parcial da cuenta de al menos seis fallecimientos, no obstante, los equipos de rescate advierten que la cifra real podría ascender a cientos.
«Los daños son enormes. El número de muertos es bastante alto», declaró a medios internacionales un rescatista en Mandalay, la segunda ciudad más grande de Myanmar.
Fuera de este país, el terremoto también generó graves daños. Según reportes de la prensa internacional, un importante número de edificios de gran altura colapsó. Las autoridades de ese país confirmaron que al menos 80 personas se encuentran sepultadas por los escombros.
Las redes sociales han dado cuenta del colapso de muchas edificaciones tras el evento, evidenciando la gravedad de este. Para evitar que más personas sigan falleciendo, autoridades tailandesas recomiendan a la población permanecer a campo abierto.
Organizaciones humanitarias internacionales empiezan a movilizar ayudas y asistencia médica hasta la zona afectada, buscando mitigar los devastadores efectos del sismo.