En una carta enviada al Ministerio de Agricultura, los productores bovinos de Cundinamarca y Boyacá esbozaron una serie de estrategias para contrarrestar los efectos desfavorables de este fenómeno climático.
Ante la difícil situación que atraviesan los ganaderos por cuenta del fenómeno de El Niño, nueve gremios representativos del altiplano cundiboyacense, con el acompañamiento de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), le solicitaron al Ministerio de Agricultura que implemente acciones efectivas que ayuden a mitigar el impacto negativo que ha ocasionado esta condición climática.
“La finalidad es concertar las herramientas de política pública, que
nos permitan enfrentar efectivamente los efectos adversos del fenómeno de El Niño en el altiplano”, dice la carta de peticiones que los productores pecuarios enviaron a la ministra Jhenifer Mojica Flórez.
Bodegas ganaderas
Frente a esta situación los gremios ganaderos de Cundinamarca y Boyacá esbozaron una serie de estrategias para contrarrestar los efectos desfavorables que El Niño ha generado en la productividad de su actividad.
Una de estas estrategias es la implementación de bodegas ganaderas con subproductos como melazas, sales y algunas materias primas de soporte, para atender a los pequeños ganaderos, quienes no tienen la capacidad de producir, cortar, guardar y utilizar en la época crítica.
“Operarían como un banco de alimentos en los que se subsidia una parte del precio comercial de estos productos, como transporte y/o almacenamiento, y se entregarían los productos a los ganaderos a un precio competitivo frente a los altísimos valores del mercado”.
Estas bodegas manejarían topes máximos, dependiendo de la cantidad de animales por predios, entre otros criterios.
Para los productores del altiplano, también es indispensable construir los mecanismos y las herramientas de planeación para enfrentar efectivamente las afectaciones de la estacionalidad climática. Por ese motivo, consideran que es necesario el apoyo del gobierno nacional con capacitaciones y asistencia técnica para implementar acciones permanentes como la recolección de agua a través de pozos profundos y estanques, así como el cultivo de pastos para hacer ensilaje.
“Además, hay que articular la atención del sector ganadero a través de los comités y asociaciones de ganaderos de la región que, por su experiencia en el ciclo de vacunación, atienden permanentemente a los productores e identifican sus necesidades y problemáticas”.
Pensando a futuro
En la carta de peticiones enviada a la ministra de Agricultura, los ganaderos del altiplano cundiboyacense también sugieren acciones para enfrentar el fenómeno de La Niña, proyectado para el mes de agosto de 2024. En ese sentido, coincidieron en la idea de establecer una mesa de trabajo para el sector ganadero de la región, así como el fortalecimiento de la articulación local, regional y nacional para implementar estrategias de mitigación y gestión de riesgos, junto con estrategias de monitoreo permanente, en respuesta a las posibles situaciones adversas.
“Consideramos que la estacionalidad climática nos plantea el reto de trabajar conjuntamente entre los ganaderos, los gremios regionales y el sector público, para avanzar en la implementación de sistemas ganaderos sostenibles y amigables con el ambiente, de forma que Cundinamarca y Boyacá sean paradigmas de desarrollo sustentable”.
Panorama desalentador
El impacto del fenómeno de El Niño, relacionado con heladas, incendios y disminución en las lluvias, ha generado una afectación al sector ganadero de la región por la baja disponibilidad de pastos, forrajes y agua. De acuerdo con cifras de Fedegán, esa zona del país tuvo afectaciones en 70.482 predios, dejando 183 bovinos muertos, 16.437 bovinos desplazados, caída de 783.733 litros diarios de leche producidos, solamente entre el 1 de diciembre de 2023 y el 15 de enero de 2024.
“El cálculo de pérdidas económicas se estima en $343 millones por la muerte de animales y $999,4 millones diarios por reducción en la producción de leche”.