Según Olmedo López, fue la persona encargada de coordinar las reuniones que ha denominado ‘el cónclave’, además, de ordenar el direccionamiento de contratos hacia congresistas para favorecer la agenda del gobierno en el Legislativo.
Desde que varias entidades del Estado asumieron seriamente la investigación en contra de la campaña de Gustavo Petro a la presidencia y varios de sus más cercanos colaboradores, el mandatario se ha visto obligado a defender en redes y alocuciones a quienes ahora son sus funcionarios de confianza.
El principal es el escándalo de corrupción al interior de la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), develado por su exdirector, Olmedo López y por Sneyder Pinilla, segundo al mando en esa entidad. Ambos personajes han dado detalles ante la opinión pública y organismos judiciales sobre los mecanismos utilizados para corromper a Congresistas en favor de la agenda legislativa del gobierno. Esta empresa criminal, que incluye el direccionamiento de contratos, según los declarantes, fue coordinada por Altos funcionarios.
Noticias caracol reveló apartes de las declaraciones de Olmedo López ante investigadores de la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia, donde señala al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla y al exdirector de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Carlos Ramón González, de dar instrucciones concretas sobre los sobornos.
Los testimonios apuntan a que Iván Name, entonces presidente del Senado y Andrés Calle, su símil en la Cámara de Representantes, habrían recibido de parte de Sneyder Pinilla $3.000 y $1.000 millones, respectivamente para dar vía libre a varios proyectos y leyes del gobierno.
Además de las renuncias de Olmedo López y Sneyder Pinilla, se suman la de exministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien sería uno de los miembros del famoso cónclave, varios asesores de presidencia y el Ministerio de Hacienda y, hoy en horas de la mañana, se conoció de la renuncia de Carlos Ramón González.
Gustavo Petro dio la noticia en sus redes sociales, sin embargo, el periódico El Tiempo publicó bastantes detalles de cómo se habría dado la salida de González, quien además de estar salpicado en el escándalo de la UNGRD, tendría que dar explicaciones de muchas situaciones ocurridas en la UNP durante su gestión.
“Acepto la renuncia de Carlos Ramón director de la Dirección de Inteligencia Nacional. Su cargo como responsable de inteligencia civil es incompatible con cualquier investigación judicial y con el mismo aparato de justicia del país. Para tranquilidad de fiscales y jueces, para su independencia y buen juicio y para la misma labor de defensa de los abogados de Carlos Ramón, lo mejor es la separación de su cargo”, escribió Petro en su cuenta de X.
La matriz de colaboración entregada por Olmedo López para la obtención del principio de oportunidad tiene como eje fundamental el papel que jugaron Ricardo Bonilla, quien a pesar de las evidencias se aferra a su cargo; Luis Fernando Velasco y Carlos Ramón González, quienes ya abandonaron sus cargos en el gobierno. Los tres han sostenido que son inocentes.
Este último personaje, según documentos de las diligencias de interrogatorio rendidas por López, habría sido el coordinador de las reuniones donde se concertó sobornar a congresistas para impulsar reformas, leyes y proyectos, incluso, saltándose las discusiones.
Yendo más allá en torno a la participación de Carlos Ramón González en el entramado de corrupción, explicó que fue quien dio la orden de direccionar contratos por más de $60.000 millones hacia Iván Name y $10.000 para Andrés Calle como parte de los acuerdos en pro de la ‘agenda legislativa’ del gobierno.
Tras la renuncia a la dirección de la UNP, González anunció que había otorgado poder al abogado penalista Iván Cancino, para que ejerciera su derecho a la defensa en los procesos que seguramente se abrirán tras estas declaraciones.