El exfuncionario relata episodios ocurridos durante su estadía en el gobierno, como la desaparición del presidente en París durante una visita oficial, la cancelación de agendas internacionales y situaciones incómodas en encuentros diplomáticos. Advierte que la comunidad internacional ya percibe el deterioro del liderazgo colombiano.
En una nueva y extensa misiva, el exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, se ratificó en las acusaciones de una misiva anterior y solicitó al presidente Gustavo Petro que considere abandonar el cargo, alegando una serie de comportamientos erráticos y una supuesta adicción que comprometerían su capacidad para gobernar el país.
La carta, publicada en la cuenta oficial en X de Leyva, detalla múltiples episodios donde el mandatario habría mostrado conductas irregulares durante visitas oficiales internacionales, incluyendo desapariciones inexplicadas y desplantes a otros jefes de Estado.
«Señor presidente Petro, usted está enfermo. Su desaparición en París fue la reiteración de una conducta que puso de manifiesto una vez más la gravedad de su condición. De su adicción. Tan evidente lo ocurrido entonces que los hechos sucedidos se fueron confirmando con un sin número de testimonios», asegura el excanciller.
A renglón seguido, Leyva rememora una situación bastante incómoda ocurrida durante la visita de Estado a China, donde Petro habría ignorado completamente al presidente Xi Jinping durante un banquete oficial.
«En el banquete de Estado presidido por Xi Jinping, en la larguísima mesa bellamente adornada dispuesta para la solemne ocasión, asistida por un número importante de distinguidos invitados, sentado el presidente chino en el centro de uno de los costados, usted a su derecha y yo a su izquierda, resolvió usted presidente Petro no hablarle a su anfitrión», le enrostró.
El exministro también menciona otra situación vergonzosa en Alemania, donde Petro habría ofendido a las autoridades alemanas con comentarios sobre la caída del Muro de Berlín, y en Chile, donde desistió sin explicación de asistir a una reunión con el presidente de la Corte Suprema.
Sobre la presunta adicción del mandatario, Leyva fue directo: «el presidente de Colombia, país de la coca, cayó en la trampa. En el vicio. Arbusto, la coca, en el que los sembrados destinados a su cultivo crecen en el país exponencialmente. Como crece el crimen, su tráfico asesino, la muerte, el dinero corrupto. Y usted consumidor señor presidente».
En la misiva, insiste en la tesis según la cual, la enfermedad de Petro constituye una inhabilidad manifiesta para ejercer la jefatura del Estado, situación que parece es conocida por el círculo cercano del lír del Pacto Histórico.
“Presidente Gustavo Petro Urrego: Llegó la hora de revisar su permanencia en la Presidencia de la República. Aspiré a decírselo personalmente. Imposible. Estoy convencido sin embargo que emocionalmente está usted preparado para ello porque en sus horas de plena conciencia, pero desesperado y en sus angustiosas soledades, y más, en depresiones ya sufridas por usted, seguro ha llegado a reexaminar su interior”, apremia Leyva en uno de los apartes del extenso documento.
En ese sentido, apelando al sentido común, el excanciller hace un llamado a una transición ordenada dentro del marco constitucional, sugiriendo un acuerdo nacional que garantice la estabilidad institucional.
«El tránsito hacia la tranquilidad institucional y moral de la nación se deriva de las normas constitucionales vigentes. Una salida sin sobresaltos que permita un desenlace pleno de garantías para todos en momentos cruciales para la república. No hay nada que inventar”.
Finalmente, contrario a la opinión de sus detractores en el Alto Gobierno y un sector de la prensa, Leyva justifica la publicidad de su carta argumentando que ha dejado de lado «la prudente ocultación de la verdad» debido a que está en juego el bien común y «la patria está en peligro». Además, reveló que ha enviado copias de la misiva a todos los embajadores acreditados en Colombia.
Hasta el momento, la Presidencia no ha emitido respuesta oficial a estas graves acusaciones que podrían desencadenar una nueva crisis política en el país.