El Rodadero, pleno corazón turístico de la ciudad fue epicentro de una operación criminal encaminada a sacar del sitio de reclusión transitorio ubicado en ese sector al señalado jefe de sicarios de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, poniendo de manifiesto su capacidad logística y operativa en la ciudad. Activistas cuestionan pasividad de las autoridades administrativas y de policía.
Los videos que circulan en redes sociales dejan ver la magnitud y la violencia del ataque armado del que fue objeto la Estación de Policía de El Rodadero el pasado martes (22-04-2025): cámaras de seguridad del sector filmaron cómo al menos siete hombres abren fuego de manera simultánea contra la pequeña edificación.
En la misma secuencia, se ve nítidamente cuando en el intercambio de disparos uno de los asaltantes cae al piso, mientras los otros, al ver la determinación de los uniformados que defienden su posición, huyen del lugar en varios vehículos. El hombre, identificado como Juan Manuel Rovira García murió en el lugar de los hechos, mientras que otros dos delincuentes resultaron heridos.
Este ‘comando’, equipado con armas de largo alcance y abundante munición, según las primeras hipótesis, tenía como objetivo liberar a Armando Garizabala Yépez, alias ‘Chocolate’, a quien acusan de ser jefe de sicarios de la estructura criminal Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN).
¿Quién es ‘¿Chocolate’, el hombre detrás del caos?
Alias ‘Chocolate’ fue capturado el 16 de marzo de este año en San Pedro, zona rural del municipio de Ciénaga, durante una operación conjunta del Ejército y la Policía. Tiempo desde el cual permanece recluido en la Estación de Policía objeto del feroz atentado.
Según explicó en su cuenta en X la defensora de derechos humanos, Norma Vera Salazar, este peligroso delincuente enfrenta cargos por concierto para delinquir agravado, extorsión, tráfico de drogas y desplazamiento forzado. Además, “es señalado por al menos 18 homicidios cometidos entre los años 2020 y 2024, en los municipios de Ciénaga, Puebloviejo y Zona Bananera”, explicó la activista.
Advierte también, que este personaje puede ser el ‘Florero de Llorente’ de la guerra paramilitar que se vive en la región. “[Armando Garizabala Yépez] perteneció varios años al Clan del Golfo, pero en los últimos 3 meses cambió de bando a las Conquistadoras de la Sierra”, señaló Vera Salazar, quien viene haciendo seguimiento del conflicto en la región hace más de 20 años.
A renglón seguido, la defensora de Derechos Humanos señaló que esta suerte de ‘transfuguismo’ delincuencial ha cambiado las dinámicas de control en áreas determinantes para la dinamización de actividades ilícitas como el narcotráfico.
“Casa Loma, en Puebloviejo, es el territorio donde más poder tenía cuando estaba en el ‘Clan del Golfo, pero desde que se incorporó a las ACSN ese lugar pasó a ser de ellos, ya que es una zona muy estratégica debido a las salidas que tiene, entre ellas Isla del Rosario”, comentó Norma Vera.
Yendo más allá, la activista reveló que la confrontación se ha hecho más evidente y escalada en crueldad, incluyendo entre otras cosas la tortura y los desmembramientos.
“El 19 de marzo fueron asesinados los pescadores Wilmer Jinete Marín, de 55 años y Darío Ariza, de 63 años, este fue desmembrado y su cabeza fue encontrada dentro de la nevera; este crimen corresponde a la guerra horizontal por el control de esa zona en Islas del Rosario”, se lee en otro de los trinos del extenso hilo.
Críticas a la gestión de seguridad
Este evento a todas luces alarmante porque evidencia la capacidad logística y operativa de esta organización delincuencial que, al tiempo que intenta liberar a sangre y fuego a su líder de sicarios, coordina grandes embarques de cocaína en el Puerto, como la tonelada y media recién decomisada.
Tras el incidente, las autoridades administrativas y de Policía hicieron presencia en el lugar para darle fortaleza a los uniformados que repelieron el ataque y poner sobre la mesa incentivos económicos que permitan dar con los responsables.
“En aras de coadyuvar con las investigaciones y al rápido esclarecimiento de estos hechos, la Alcaldía ofrece una recompensa de hasta 200 millones de pesos por la captura de los responsables”, dijo el alcalde Carlos Pinedo Cuello desde el lugar de los hechos.
Sin embargo, un amplio sector de la opinión y la cosa pública viene cuestionando la actitud más bien pasiva de la administración pública para hacerle frente a este problema que está escalando en intensidad, como ha quedado evidenciado. Norma Vera, por ejemplo, finaliza su extensa comunicación en X con un cuestionamiento válido y que deberán responder los funcionarios competentes: “¿por qué una estación de Policía en plena zona turística se usa como centro de detención transitorio y para delincuentes tan peligrosos?”