Reciente ataque de Rusia a Ucrania evidencia la hipocresía de Petro y su crítica selectiva en conflictos internacionales

El presidente Gustavo Petro, quien ha sostenido una posición radical en contra de Israel por su confrontación armada con Palestina, guarda un silencio cómplice ante las arremetidas bélicas del gobierno de Vladimir Putin a Ucrania.

Un número de 36 muertos dejó el reciente bombardeo perpetrado por Rusia contra varias ciudades de Ucrania, entre las que se encuentra su capital, Kiev, en donde el hospital de niños de Okhmatdyt fue uno de los principales blancos. Este acto de agresión por parte del gobierno de Vladimir Putin ha sido ampliamente repudiado por la comunidad global, que ha calificado el ataque como una flagrante violación de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Las imágenes desgarradoras de niños heridos y personal médico luchando por salvar vidas han intensificado la indignación, subrayando la urgente necesidad de un cese inmediato de las hostilidades para proteger a los civiles, especialmente a los más vulnerables. Sin embargo, en este caso, la postura del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien se ha autoconsiderado un líder mundial de la paz y ha sido un crítico vehemente de la política de Israel en la Franja de Gaza, contrasta notablemente con su respaldo a Rusia en la crisis ucraniana, en la que el Estado ruso ha sido acusado de agresión militar y violaciones de derechos humanos.

El presidente de Colombia ha sido objeto de cuestionamientos debido a lo que muchos perciben como una postura hipócrita en temas de política internacional. Petro, conocido por sus fuertes críticas contra los ataques de Israel a Palestina, ha llamado especial atención por su apoyo declarado hacia Rusia en el conflicto con Ucrania.

Esta contradicción ha dejado en evidencia su incoherencia en las opiniones sobre los conflictos internacionales pues, mientras denuncia enérgicamente la violencia en un contexto, parece estar dispuesto a pasar por alto situaciones similares en otro. Los críticos argumentan que esta selectividad socava su credibilidad como defensor de los derechos humanos y la justicia global.

Las redes sociales y medios de comunicación han amplificado el debate, destacando las declaraciones pasadas de Gustavo Petro sobre Palestina e Israel, y contrastándolas con su silencio cómplice sobre Rusia y Ucrania.