El ganadero huilense Hernando Valderrama, directivo de Fedegán, realizó una emotiva donación a don Calixto Rojas, un modesto agricultor. Serán entregadas más de 1600 vacas preñadas en todo el país.
En el corazón de Timaná, un pequeño municipio del Huila, el jornal trajo consigo un aire de esperanza. En un sencillo acto lleno de significado, Hernando Valderrama, integrante de la Junta Directiva de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), se presentó para hacer una donación que cambiará la vida de don Calixto Rojas, un lugareño que ha dedicado toda su vida al cultivo de la tierra y que se convirtió en uno de los miles de beneficiarios del programa “Una Vaca por la Paz” que desarrolla la Fundación Colombia Ganadera (Fundagán) en todo el país.
El evento, más que una simple entrega, fue una celebración de vida. Don Calixto, con una evidente timidez, agradeció a sus benefactores y reconoció que, en sus manos, ahora hay un futuro más prometedor, simbolizado por una vaca que representa no solo un recurso económico, sino también la posibilidad de un nuevo comienzo.
Entre tanto, Valderrama, compartió su identificación con el programa «Una Vaca por la Paz».
«Me identifico plenamente con este proyecto. La forma en que está diseñado y funcionando me inspira esperanza», comentó, resaltando la importancia de que iniciativas como esta se sigan replicando a nivel nacional. Su deseo es claro: que otras empresas, con mayor capacidad económica, sigan el ejemplo y se unan a la causa.
Un programa que cambia la realidad de las familias vulnerables del campo
La vaca, que ahora pasta en el pequeño predio de Calixto es más que un animal, es un símbolo de reconciliación y progreso en un país que ha luchado por superar las cicatrices del conflicto armado.
«Calixto es una persona muy merecedora de esta donación. Sé que va a quedar en muy buenas manos», dijo el directivo de Fedegán, con la convicción de que cada pequeña acción suma en la construcción de una paz duradera.
Los ojos de Calixto brillaron con gratitud y emoción mientras escucha las palabras de Valderrama. Para él, esta donación no solo significa un cambio en su situación económica, sino también un reconocimiento de su arduo trabajo y la posibilidad de un futuro más seguro para su familia.
Con “Una Vaca por la Paz” se siembran semillas de cambio
A través de iniciativas como «Una Vaca por la Paz», se entrelazan historias de vida y se siembran semillas de cambio en tierras que anhelan florecer.
«Una Vaca por la Paz», impulsado por Fundagán, organización que lidera los proyectos de responsabilidad social de Fedegán, busca promover la reconciliación y el desarrollo sostenible en comunidades más vulnerables en Colombia.
De acuerdo con José Félix Lafaurie Rivera, este programa de responsabilidad social ha sido un éxito en todas sus ediciones. La más reciente, llevada a cabo a finales de 2023 en el Club El Nogal logró la donación de más de 1600 vacas que están siendo entregadas en todo el país.
“La familia vulnerable beneficiada con la vaca preñada se compromete a donar la primera cría para otro hogar pobre ubicado en el campo. Con esto, cada persona se convierte también en benefactora y amplía la cobertura de apoyo”, agregó.
Además de esto, el alto ejecutivo agregó que los beneficiarios de “Una Vaca por la Paz” reciben apoyo técnico de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) para que sigan avanzando en su proyecto pecuario implementando principios de salud y bienestar animal, mejoramiento genético y ganadería sostenible.
A través de donaciones de ganado, el programa ofrece a pequeños agricultores la oportunidad de mejorar sus ingresos y condiciones de vida, fomentando la autogestión y la seguridad alimentaria. “Este enfoque no solo beneficia a los agricultores, sino que también contribuye a la estabilidad social y económica de las regiones, creando un impacto positivo en la construcción de paz”, concluyó.