Un llamado a la seguridad en las zonas productoras de palma, aceite y frutas realizó el gremio líder de este sector de la economía que denunció el deterioro de este factor y, también, la extorsión a los productores.
Una alerta y gran preocupación por el tema del deterioro de la seguridad en las zonas de producción de palma, denunció la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), al mismo tiempo que hizo un llamado por la extorsión que se registra en este sector de la economía nacional.
Según el gremio líder de este sector de la economía agrícola existe inseguridad y riesgo para realizar las actividades rutinarias productivas debido al registro de las acciones violentas en zonas rurales caracterizadas por el cultivo de la palma.
“Dicha situación podría generar un impacto negativo en la economía local y nacional y afectaría la comercialización de la fruta y el aceite de palma”, agregó.
Deterioro de la seguridad
Recalcó que el deterioro de la seguridad podría afectar a miles de palmicultores de pequeña escala de nuestras regiones cultivadoras.
El anuncio lo hace el gremio en momentos en los que acaba de celebrar precisamente el positivo cierre del primer trimestre, “la producción de aceite de palma crudo en Colombia fue de 557.000 toneladas, cifra que equivale a un aumento del 5,3 por ciento con respecto al trimestre del año 2022 que finalizó con 529.000 toneladas”.
Enfatizó que como gremio les preocupa profundamente la situación de inseguridad en la que se encuentran las operaciones de los palmeros colombianos.
Actos violentos y extorsiones
“En los últimos días, se han registrado actos violentos en la región del Catatumbo, donde desconocidos armados destruyeron instalaciones militares luego de la salida del Ejército de la base militar de Campo Dos, en el municipio de Tibú, Norte de Santander. A esto se suma hechos generalizados de extorsión en todas las zonas palmeras del país”, aseveró.
Hacemos un llamado urgente a las autoridades competentes para que tomen medidas efectivas para garantizar la seguridad y protección de las personas y empresas que desarrollan actividades en las regiones. Asimismo, instamos a la comunidad para que denuncie cualquier actividad sospechosa que pueda poner en riesgo la vida de los pobladores.
“Estamos comprometidos con el acompañamiento a los palmicultores y las comunidades palmeras, y desde Fedepalma condenamos esta clase de acciones violentas y nos solidarizamos con los palmicultores, empleados y las empresas afectadas”, puntualizó Fedepalma.