Por primera vez en 27 años, el magistrado José Fernando Reyes Cuartas ha tenido que interponer tutelas para que le entreguen sus medicamentos.
La crisis de abastecimiento de medicamentos en Colombia continúa generando serios problemas de acceso a la salud. Recientes denuncias de ciudadanos indican que, en lo que va corrido del gobierno de Gustavo Petro, las EPS están presentando demoras e incumplimientos con la entrega de fármacos necesarios, una situación que ha llevado incluso al presidente de la Corte Constitucional, el magistrado José Fernando Reyes Cuartas, a interponer tutelas para obtener sus tratamientos.
Reyes, quien ha estado afiliado a una EPS con medicina prepagada desde 1997, expresó su desconcierto. «Nunca había tenido que interponer una acción de tutela, pero en los últimos tres meses he tenido que hacerlo en dos ocasiones porque me niegan medicamentos que me recetan». Su testimonio resuena con el de muchos colombianos que se ven obligados a acudir a la justicia para recibir lo que les corresponde. “Algo está pasando con la salud”, afirmó el magistrado, enfatizando que su situación es solo una muestra de los problemas que enfrentan miles de ciudadanos en el país.
De acuerdo con datos de la Corte Constitucional, entre 60,000 y 90,000 tutelas relacionadas con la salud son presentadas cada mes, lo que convierte a este derecho en el más tutelado en el país. Este incremento en las demandas judiciales es un claro indicador de la creciente insatisfacción y desesperación de los usuarios del sistema de salud, quienes buscan justicia en medio de un sistema que, según Reyes Cuartas, no está funcionando adecuadamente.
En cuanto a las causas del desabastecimiento, Ana María Vesga, presidenta de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), el gremio que agrupa a las empresas prestadoras de salud, señaló que la situación es multifactorial. Atribuyó el problema a “retrasos en la Agencia Sanitaria, fallas en la comunicación entre laboratorios, gestores, EPS y el gobierno, así como a la insuficiencia de recursos”.
La alarmante realidad del desabastecimiento de medicamentos no solo afecta la salud de los colombianos, sino que también plantea interrogantes sobre la eficacia del sistema de salud en su conjunto. La situación demanda una respuesta inmediata y coordinada de las autoridades, para que los derechos de los ciudadanos sean garantizados y el acceso a medicamentos esenciales se convierta en una prioridad indiscutible.