Precio de la leche en Colombia podría ser más económico

Columnista óscar Cubillos revela las dificultades propias de la cadena productiva de la leche y de la debida logística que da paso a ineficiencias de índole económico, propone acudir a la investigación explicita de la oferta y la demanda para alcanzar eficiencias y reducir costos y precios al consumidor final.

“Para tener leche que sí sea leche, es decir, más pura y mucho más barata en cada región del país, vale la pena que MADR y la UPRA, y las demás organizaciones públicas y privadas, realicen ejercicios departamentales de oferta y demanda de leche, con el fin de determinar las rutas críticas en el abastecimiento y logística que efectivamente están generando muchas problemáticas en la cadena.

Así lo solicitó Óscar Cubillos Pedraza, director de Planeación y de Estudios Económicos de Fedegán-FNG, a través de su más reciente columna de opinión titulada “Dificultades en el acceso y en la logística de la cadena lechera”.

“Vale la pena usar la programación lineal e investigación de operaciones para empezar a resolver las dificultades”, reitera el economista.

En razón a ello y al recalcar que a los colombianos les gusta tomar leche, Cubillos, se refirió específicamente a 7 dificultades que a través de los solicitados ejercicios de oferta y demanda de leche, podrían solventarse e incluso mejorar, Estas son las siguientes:

1. Precios altos e ingreso insuficiente: una cosa es que los consumidores colombianos quieran adquirir los productos y otra cosa es que puedan hacerlo debido a dos factores que son: un precio alto de los lácteos y un ingreso disponible no suficiente.

2. Mezclas no permitidas: en un mercado interno con 52 millones de compradores, a los que les gusta tomar leche, siempre aparecerá un “avivato” con leches de “bajo costo” que en muchos casos no es leche, sino una mezcla no permitida con lactosueros que termina comercializándose como leche 100 % en un claro engaño al consumidor.

3. Menor acopio y caída en el precio al productor: hace un par de años las marcas lecheras tradicionales pierden alrededor de una tercera parte de su mercado con las de “bajo costo”, lo que sin duda es una competencia asimétrica de la cadena de valor frente a quienes mezclan más lactosuero del permitido, situación que además de castigar la dinámica industrial, daña la venta de leche cruda que realiza el ganadero a las empresas lecheras.

4. Productos de menor precio no son leche: dice Cubillos que si el consumidor no accede a productos más económicos, no podría tomar leche. Pero la realidad es que no toman leche, sino una bebida láctea.

“Al respecto resulta muy útil que el INVIMA siga realizando los ejercicios de muestreo para sancionar a los avivatos que le mezclan a la leche, lactosuero e incluso agua o grasas animales. Debe ser el INVIMA incisivo y aplicar la ley de manera contundente”, enfatizó.

5. Ineficiencias al consumo: el consumo se enfrenta a ineficiencias logísticas a lo largo de toda la cadena de suministro. Para Cubillos la Unidad de Seguimiento de Precios de la Leche, del Ministerio de Agricultura, registra acopio de leche en 27 departamentos del país, el 84 % de Colombia. “En una lógica teórica cada departamento productor debería satisfacer su demanda interna, sin que se generaran excedentes”, explicó.

6. Costos logísticos importantes: las zonas de producción no son coincidentes con las de transformación, y estas a su vez tampoco lo son con las de consumo. Lo digo de otra forma, el grueso de la producción se encuentra en 27 departamentos, como también lo expresa la Encuesta Nacional Agropecuaria del DANE; pero los grandes centros de procesamiento se concentran en su mayoría en zonas de trópico alto de los departamentos que más producen (con un par de excepciones), lo que implica un costo logístico y de transporte importante, que además deberá replicarse al distribuirse para la comercialización.

7. Bajo nivel tecnológico de cooperativas: para el columnista la tarea que hacen las cooperativas y las pequeñas y medianas empresas de transformación es magnífica.  Pero ¿podrían imaginar si estas cooperativas y pymes tuvieran el nivel tecnológico y de infraestructura que tienen las grandes? De acuerdo con Cubillos, si eso fuera así tendrían mejor escala, un costo más bajo de transformación y además menor costo logístico, con su mercado natural a la mano.