Recientemente se confirmó la designación del político costeño en la cartera del Interior a pesar de las muchas investigaciones penales que afronta en la Corte Suprema de Justicia y denuncias de violencia de género en su contra. Solo el petrismo acepta abiertamente su presencia en el Ejecutivo.
Armando Benedetti ha dejado atrás cualquier asomo de vergüenza. Tras conocerse su designación como nuevo ministro del Interior, el político costeño se presentó retadoramente en la plenaria de la Cámara de Representantes junto con un grupo de asesores.
En sus redes sociales, Benedetti compartió el momento, como haciendo saber que tiene el control. Una de las imágenes posteadas en su cuenta en X, lo muestra caminando por una calle adoquinada a las afueras del Capitolio, acompañado de varias mujeres.
La llegada de Benedetti a la plenaria; como era de esperarse, dados sus antecedentes y el creciente rechazo a su persona, modos y formas, generó un revuelo inmediato. Esta actitud osca de la mayoría contrastó con la afabilidad con que lo recibieron congresistas del Pacto Histórico, como Mafe Carrascal, María del Mar Pizarro y Susana Boreal, quienes lo acompañaron durante varios minutos, mostrando apoyo.
Mientras el ‘feminismo petrista’ se congraciaba con Benedetti, otro grupo de representantes, lideradas por Jennifer Pedraza, expresaron su indignación por la presencia del nuevo ministro del Interior, recordando que no hace mucho y en Europa, mojaba prensa por las denuncias de violencia de género en su contra.
Pedraza levantó una pancarta con el mensaje «Fuera Benedetti», la protesta fue secundada por otras congresistas que exhibieron carteles como: «El machismo no nos gobierna. Fuera Benedetti». Otras como como Katherine Miranda y Catherine Juvinao, se retiraron del recinto en señal clara de protesta.
Desde la oposición también comentaron el asunto. Hernán Cadavid, representante por el Partido Centro Democrático, pidió orden y respeto a la Mesa Directiva, llamando a Benedetti «la vedette de la política» en un tono irónico que subrayó el desorden que su llegada provocó.
María Fernanda Cabal, líder de la oposición y precandidata presidencial, también comentó lo desagradable que había resultado el cruce de palabras con Benedetti en los pasillos del capitolio.
“Me encontré con el jefe de Petro @AABenedetti y me dijo “no me des tan duro… ¿no me vas a saludar”? Le dije que las personas civilizadas se saludan y que tenían el país vuelto m…; me dijo que la economía iba bien, “a los ricos les va bien”. Le dije que, a los ricos como él, Sí”, escribió Cabal en su cuenta en X.
Tras haber armado una alboroto colosal y avivado la llama del rechazo, Benedetti salió sonriendo del edificio como quien reconoce el cumplimiento de una misión y adoptó una postura evasiva con la prensa que lo abordó. «No voy a hablar nada… déjame posesionarme», dijo y se fue entre risas.
