Petro sigue desconociendo la separación de poderes: esta vez arremetió contra el fiscal general

En una encarnizada discusión con Francisco Barbosa, el presidente aseguró que el primero, en razón del cargo que ostentaba, era su subordinado en la escala jerarquizada del Estado Colombiano. Las palabras del mandatario fueron rechazadas de plano por diferentes sectores de la opinión y la cosa pública.

Hace poco menos de una semana, frente a miles de personas y desde el balcón de la Casa de Nariño, el presidente Gustavo Petro arreció su discurso contra los partidos y movimientos políticos que se han opuesto a varias reformas presentadas ante el Poder Legislativo. En su discurso pareció desconocer uno de los principios fundamentales de la democracia moderna y acusó a las otras ramas del poder público de querer someterlo.

“Quizá pensaron, Petro en la presidencia tiene tantos obstáculos internos, adentro del Gobierno, externos, frente al Congreso, las cortes y los principios de la independencia de las ramas que pueden acorralar a Petro en su intención de hacer reformas”, dijo el presidente frente a la multitud que se agolpó en la Plaza de Bolívar para escucharlo.

Más adelante, Gustavo Petro pronunció palabras que algunos analistas han considerado peligrosas y que podrían a futuro ser contraproducentes para todo el país. “No basta con ganar en las urnas, el cambio social implica una lucha permanente y la lucha permanente se da con un pueblo movilizado y al frente de ese pueblo tiene que estar la juventud, el pueblo trabajador, la clase obrera. El intento de coartar las reformas puede llevar a una revolución”, explicó el mandatario.

Petro se autodenomina jefe del Fiscal

Este viernes 5 mayo, desde las afueras de la Universidad de Salamanca, en España, Petro hizo comentarios que levantaron ampollas en muchos de los actores de la opinión y la cosa pública, pues, fueron displicentes y darían al traste con los postulados de separación de poderes en los que se soporta el Estado colombiano y contenidos en la Constitución Política de 1991.

En el marco de una encarnizada discusión con el fiscal general, Francisco Barbosa, por cuenta de unas denuncias de amenazas por parte de grupos armados ilegales que no habrían sido tenidas en cuenta por el ente acusador y que posteriormente provocaron la muerte de los denunciantes, el presidente ventiló la identidad del funcionario que presuntamente omitió darle curso al proceso.

 “Las vidas de 200 personas no solo se pusieron en peligro sino que fueron asesinadas por el clan del golfo cuando, según el periodista Gonzalo Guillén, la fiscalía ya sabía el listado antes del asesinato El fiscal Hernández y su familia debe ser protegido pero el país merece respuestas”, dijo Petro.

Ante la insinuación de que los funcionarios de la Fiscalía son aliados del Clan del Golfo, Barbosa salió en defensa de quienes lo acompañan en el ente acusador, advirtiendo que lo dicho por el presidente es sin más una sentencia de muerte contra el funcionario en cuestión, además, lo responsabilizó de cualquier situación anómala que pueda afectarlos a ellos en su persona y a sus familias.

“El presidente Gustavo Petro fijó un trino en contra de un funcionario judicial de la Fiscalía General, en donde señaló que hay una especie de contumacia o apoyo a los asesinatos que comete el Clan del Golfo”, comentó contrariado Francisco Barbosa, a renglón seguido acotó: “si le llega a pasar algo a la familia de Daniel Hernández (…) o ese menor de edad, que es sujeto de especial protección, Gustavo Petro es responsable de la muerte de esas personas”.

Ante los cuestionamientos de Barbosa, Petro aseguró sin sonrojarse que el primero le debía obediencia por el hecho de ser él presidente de la República. “El fiscal olvida una cosa que la Constitución le ordena: yo soy el jefe del Estado, por tanto, el jefe de él”, aseguró frente a medios de comunicación nacionales e internacionales que cubren su gira por España.

Le llueven críticas

Como era de esperarse, el primero en reaccionar fue el directamente implicado, quien no dudó en señalar que las afirmaciones de Petro son un claro atentado contra la independencia de las instituciones y un nuevo ataque al principio de separación de poderes.

“Esa es una gravísima manifestación contra la independencia judicial en Colombia y la división de poderes. Estas declaraciones ponen en riesgo la existencia del Estado de Derecho. A mí, como fiscal general, me eligió la Corte Suprema de Justicia, y el presidente no es mi jefe ni me investiga ni estoy bajo sus órdenes. Su declaración implicaría que la Corte Suprema de Justicia es también una subalterna del presidente de la República. La justicia colombiana y la Fiscalía están en serio peligro con esas declaraciones”, comentó Barbosa en entrevista con la Revista Semana. 

El fiscal general aprovechó la oportunidad para solicitar acompañamiento de la comunidad democrática internacional, pues, según su parecer, los comentarios del presidente son una campanada de alerta de lo que a futuro podría ser un ‘zarpazo’ a la justicia en Colombia que termine con la abolición del Estado Social de Derecho.

Las declaraciones del presidente fueron rechazadas de plano por muchos de los actores de la opinión y la cosa pública, entre los que destacan el constitucionalista Rodrigo Uprimmy, quien a través de su cuenta de Twitter explicó que Petro no tienen ni un ápice de razón en lo que dice, además, que sus palabras más que inaceptables, son peligrosas.

“Es constitucionalmente absurdo que el presidente Petro diga que, como es jefe de Estado, entonces es jefe del Fiscal General. A diferencia de otros países como Estados Unidos en que el fiscal o Attorney General es subordinado del presidente, en Colombia el fiscal general es independiente y hace parte de la Rama Judicial. No tiene entonces jefe. La tesis de Petro es no sólo absurda sino peligrosa: si por ser jefe de Estado es jefe del fiscal, entonces también seria jefe de las cortes, del Congreso y de todos los órganos estatales, con lo cual se acaba la separación de poderes y el Estado de derecho. Todo el poder concentrado en el presidente. Inaceptable”, expuso Uprimmy.

También habló sobre el particular el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Fernando Castillo Cadena, quien hizo un llamado a la sensatez y le recordó a Petro cómo están jerarquizadas las ramas del poder público en Colombia y reguladas sus funciones.

“La Corte Suprema de Justicia hace un llamado a la sensatez, respeto y cordura que deben prevalecer en el ámbito del principio de colaboración armónica que rige a los poderes públicos. La justicia es un poder público patrimonio de Colombia […] La Administración de Justicia, de la cual forma parta la Fiscalía General de la Nación, es la función pública que cumple el Estado [;] en cumplimiento de esta función del Estado, los jueces en sus providencias, sólo están sometidas al imperio de la ley, mientras los fiscales, además, están regidos por estrictos controles de legalidad en sus actuaciones”, aclaró Fernando Castillo Cadena.

En ese mismo sentido se pronunció la senadora por el Centro Democrático y líder de la oposición, María Fernanda Cabal, quien le preguntó al presidente si sus afirmaciones obedecían al desconocimiento total de los principios constitucionales o simplemente un acto de mala fe.

“Petro en sus delirios sale a afirmar que el Fiscal General de la Nación es su subordinado. ¿Ignorancia o mala fe? El Fiscal es parte de la rama judicial, y esa misma Constitución de la que Petro no sabe mucho, establece con claridad la separación de poderes. Petro no es jefe del Fiscal, decirlo es un abuso”, trinó Cabal.