¿Petro está legitimando arbitrariedades judiciales de Maduro contra María Corina Machado?

La reunión sostenida por ambos mandatarios el pasado martes 9 de abril, fue cuestionada por varios actores de la opinión y la cosa pública, quienes consideran que la posición de Colombia debería ser más dura frente a la inhabilitación que tiene fuera del juego electoral a la líder opositora, rival más fuerte del candidato-presidente.

Al tiempo que en Colombia se conocía el tarjetón electoral de Venezuela, Gustavo Petro y Nicolás Maduro sostenían una reunión bilateral, con la intención de abordar varios temas que despiertan preocupación entre ambos mandatarios.

Para rematar la indignación generalizada, producto de la vista de Nicolás Maduro en 13 de las casillas disponibles en el tarjetón para las próximas elecciones presidenciales, la declaración conjunta que ambos firmaron y enviaron a la opinión pública, sostiene que discutieron sobre la forma de proteger a los demás participantes en la contienda.

“El presidente Nicolás Maduro expuso en detalle los avances del proceso electoral del próximo 28 de julio, al cual se han inscrito 13 candidatos de 37 organizaciones políticas, todo en acuerdo con las leyes venezolanas y en concordancia con las discusiones realizadas entre el gobierno venezolano y las oposiciones, reflejadas en los acuerdos de Barbados y Caracas”, dice uno de los apartes del comunicado que recoge las conclusiones del encuentro entre los mandatarios.

Un amplio sector de la opinión y la cosa pública no solo de Colombia, sino de la región, considera que el estrechón de manos y la firma de Petro en un comunicado conjunto, lo único que hace es legitimar las actitudes arbitrarias que desde la llegada de Hugo Chávez al poder, el grupo de sus lugartenientes sigue ejecutando, hoy, en cabeza de Nicolás Maduro.

Las razones saltan a la vista, las más notoria en este momento, tiene que ver con la inhabilitación de la más fuerte contendora del actual presidente venezolano, María Corina Machado, quien tras el debilitamiento de la imagen de otros líderes opositores como Enrique Capriles y Leopoldo López, asumió con decisión las banderas de la democracia, llevada a su mínima expresión por cuenta d las denuncias y pruebas de manipulación de los resultados electorales.

María Corina Machado, como se sabe, derrotó fácilmente a sus contendores en las elecciones primarias organizadas por la oposición, alcanzando el 93,13 % de los votos posibles, no obstante, su participación en las elecciones no será posible, debido a una sanción interpuesta por la Contraloría de Venezuela, la cual le impide ocupar cargos públicos y de elección popular hasta 2030.

Desde principios de este año, la líder opositora ha estado en diferentes escenarios exponiendo su situación, solicitando a la comunidad internacional interceder para que se le restituyan los derechos políticos suspendidos, a su juicio, de manera arbitraria y ratificada en julio de año pasado por el Tribunal Supremo.

“El único objetivo que debe prevalecer en la comunidad internacional […] es la búsqueda de garantías para que Venezuela retorne a la senda democrática mediante un proceso electoral libre, justo y verificable internacionalmente, al mismo tiempo que se liberen totalmente los presos políticos civiles y militares”, dice uno de los apartes del boletín de prensa expedido por el Consejo Político Internacional, organización que actúa como asesora política de Machado a nivel internacional.

Iván Duque Márquez, predecesor de Petro en la presidencia de Colombia y duro crítico de Maduro, fue enfático en que ese tipo de visitas le hacen un flaco favor a la oposición y legitiman las acciones antidemocráticas desplegadas por el Palacio de Miraflores.

“Claramente a lo que está invitando Nicolás Maduro es a que Colombia sea el notario del robo de las elecciones del 28 de julio”, comentó Duque Márquez y a renglón seguido indicó: “Colombia podría terminar convertido en el país que va a avalar el cercenamiento de las libertades a Maria Corina Machado (…) no se puede prestar para ser una especie de protector o de garante de lo que a todas luces es un proceso electoral manipulado”.

 Y puede que el expresidente Duque tenga razón, pues, varios medios internacionales consideraron que el estrechón de manos entre los presidentes de izquierda fue la finalización de una polémica originada por los cuestionamientos de Petro a la inhabilitación de María Corina Machado.

Finalmente, mientras las peticiones de intervención a su favor por parte de la inhabilitada líder opositora parecen caer libremente al vacío, el tiempo se agota para revertir lo que parece inevitable: un triunfo de Maduro, nuevamente, auspiciado por la comunidad internacional que lo secunda, a sabiendas de las irregularidades que se denuncian y evidencian.