Tal como ha sido su costumbre, el presidente Gustavo Petro llegó con una hora y media de retraso a la inauguración del monumento KusiKawsay, obra realizada con armas desactivadas como parte del proceso de desarme de las antiguas FARC.
El presidente Gustavo Petro causó malestar en la sede de las Naciones Unidas tras incumplir y retrasar varias citas importantes en su agenda durante una visita a la ciudad a la ciudad de Nueva York. Tal como lo ha hecho en Colombia con líderes sociales, estudiantiles y autoridades locales, el mandatario dejó plantados al secretario General de la ONU, António Guterres, y a los embajadores del Consejo de Seguridad, sin ofrecer explicaciones satisfactorias.
El desplante ocurrió el pasado 11 de julio, cuando el presidente Petro había sido esperado en el Jardín de las Rosas de la ONU para la inauguración del monumento KusiKawsay, una obra realizada con armas desactivadas como parte del proceso de desarme de las antiguas FARC. Los embajadores del Consejo de Seguridad, entre ellos Linda Thomas-Greenfield (Estados Unidos), Barbara Woodward (Reino Unido) y Vasily Nebenzya (Rusia), llegaron puntuales, a las 9:00 a.m., pero Petro llegó con una hora y media de retraso, en medio de una ola de calor propia del verano neoyorquino.
El secretario General de la ONU, António Guterres, quien había planeado ofrecer unas palabras junto a Petro en homenaje al proceso de paz, tuvo que enviar a su jefe de gabinete debido al significativo retraso del presidente. En consecuencia, los embajadores empezaron a retirarse uno a uno, siendo la embajadora de Japón la primera en abandonar el evento.
El presidente Petro solo pudo dirigirse a una audiencia reducida de periodistas y algunos invitados especiales, mientras los embajadores se habían ido. El evento, que debía ser un punto alto de su visita, resultó en una ceremonia deslucida.
Para colmo, la reunión programada entre Petro y Guterres a las 6:15 p.m. también fue cancelada sin previo aviso. A pesar de los intentos de la presidencia colombiana por reprogramar la cita para el día siguiente, la reunión finalmente quedó eliminada de la agenda del secretario General.
El incidente ha suscitado críticas en la ONU y entre los diplomáticos presentes, que vieron en estos retrasos un signo de falta de respeto y profesionalismo. La visita de Petro a Nueva York, que debería haber sido un momento de consolidación de relaciones y reconocimiento, terminó siendo recordada por la falta de puntualidad y el incumplimiento de compromisos clave.