La galardonada periodista colombo-española fue hasta la zona de las protestas contra la petrolera china Emerald Energy y reveló que ésta fue financiada con las extorsiones de que fueron víctimas ganaderos y comerciantes de la región.
En su más reciente crónica para la Revista Semana y fiel a su estilo directo, la periodista colombo-española Salud Hernández-Mora dejó en evidencia las terribles consecuencias de los más de 40 días de protestas sostenidas en la zona de Los Pozos en San Vicente del Caguán (Caquetá), donde se encontraba ubicada la estatal petrolera china Emerald Energy.
Mientras se aprecian casas en cenizas y vehículos totalmente destruidos por los ‘manifestantes’, la valerosa reportera cuestionó lo que a su juicio fueron reiteradas mentiras por parte del presidente y varios de los miembros de su gabinete, quienes repitieron en medios de comunicación que las movilizaciones que allí se presentaban no eran violentas. Además, denunció que la protestas fueron financiadas con dinero producto de la extorsión a ganaderos y empresarios del agro.
“Gustavo Petro y sus ministros no deberían seguir engañando al país. Cuando uno recorre las instalaciones derruidas de la Emerald lo que constata es que no fue ninguna manifestación pacífica, aquí hubo manos criminales, unos hilos que movieron las Farc, esa Guardia Campesina no la conocía nadie en San Vicente del Caguán, casi todos los manifestantes fueron obligados a venir, y los ganaderos y los comerciantes tuvieron que pagar vacuna para costear todo el paro, fue el triunfo de la violencia y la derrota clamorosa del Estado de Derecho”, dijo Hernández–Mora en uno de los apartes de la nota.
Ganaderos y empresarios fueron extorsionados
En ese mismo sentido, aseguró que fue mucho el dinero que debió aportar cada empresario a la organización criminal que organizó el paro. “Exigieron una vacuna de 5000 pesos por res a los ganaderos, tenían que dar cien mil pesos diarios a cada manifestante, pusieron multa de 120.000 pesos si no cumplían y si usted quería librarse de ir a Los Pozos debía dar $5 millones”, explicó la periodista mientras aparecen en video imágenes de la zona donde se llevaron a cabo las protestas.
Más adelante, aseguró algo que tal vez muchos medios de comunicación sabían, pero no quisieron decir por no convertirse en el blanco de los trinos beligerantes del presidente Petro y la horda de los twitteros que le hacen eco y corren la línea ética para desprestigiar a todo aquel que lo contradice.
“El ministro de defensa Iván Velásquez pide ecuanimidad a la hora de analizar lo sucedido, pues que empiece por decir la verdad, por decir que sabe, pero no dice, que fue un paro orquestado por el Frente Jorge Briceño de las Farc”, aseguró Salud Hernández.
Protestas no fueron espontáneas
Esa versión fue respaldada por el señor Eduardo Cedeño, presidente del Concejo de San Vicente del Caguán, quien comentó en cámara y pese a las difíciles condiciones de seguridad, que las protestas no fueron un hecho espontáneo. “Para nadie es un secreto que a las comunidades les obligaron a salir, que tenían que hacer presencia ahí en esa zona para hacer presión”, dijo el cabildante.
A medida que avanza la video columna, las afirmaciones de Salud Hernández-Mora riñen mucho más con las versiones que desde el alto gobierno se entregaban a la opinión pública día y noche, durante y después de finalizada la protesta con la firma de un acuerdo.
“Y la Guardia Campesina es un invento que le responde a la guerrilla, pero el Gobierno que conocía todos esos datos humilló a la Policía y al Ejército y firmó unos acuerdos solo con los violentos. Fueron tan descarados los ministros que estando en el municipio de San Vicente del Caguán no dejaron entrar a la reunión al alcalde. El liderazgo lo llevó Ascal G asociación de San Juan de Losada ligada a las Farc según me dijeron campesinos”, denunció Hernández-Mora.
¿La Guardia Campesina defiende a los labriegos?
Sobre este asunto también se pronunció el presidente del Concejo de San Vicente del Caguán, quien envió un mensaje contundente a quienes se ha autodenominado defensores de los campesinos, protectores de un territorio que a todas luces no les pertenece y donde es evidente la animadversión en su contra.
“Yo quiero hacerle un llamado a la Guardia Campesina de todo el país: si ustedes defienden los derechos humanos de los campesinos en especial, por qué no los defienden frente a las extorsiones que les están haciendo las disidencias, me preocupan los niños que se quedan sin universidad porque los papás tienen que pagar esas extorsiones, me preocupan todas esas familias que tienen que salir desterrados del Caquetá porque no pueden pagar las extorsiones.[…]Estos hechos vuelven otra vez a dejar a los ciudadanos Sanvicentinos en un estigma muy pero muy feo ante la opinión pública a nivel nacional”, comentó Eduardo Cedeño.
Retomando el hilo de su narración, Salud Hernández-Mora entregó detalles que a ojos de un lector incisivo podrían responder a la pregunta del por qué operan en esas zonas grupos guerrilleros primarios o disidentes y un panorama poco alentador para el tejido social de la zona por cuenta de los cientos de desempleados que deja la marcha de la estatal petrolera.
¿Qué pasará con los empleos?
“San Vicente del Caguán es la capital ganadera de Colombia con un millón de cabezas de ganado, pero la petrolera china generaba empleo formal y ya anunció que se va, y los ministros no pensaron en los 423 empleados que se quedan sin sustento, que dejan a sus familias en el aire, que no saben ni cómo pagar los créditos que adquirieron pensando que tenían un trabajo fijo. Y los contratistas, ¿esos no importan, son ciudadanos de quinta?Además de los 423 empleos directos, formales con buenos salarios hay otros mil indirectos que se pierden. ¿No hay nada para ellos? ¿Como no son bandidos ni matan ni queman nada, no les hacen caso?, cuestionó la periodista colombos-española.
Finalmente, se refirió a la misión casi que suicida y con ausencia total de respaldo a la que fueron enviados a retomar el orden público un número irrisorio de policías a sabiendas de que quienes protestaban los superaban en un número de 63 a uno, asegurando que además de la muerte del subintendente Ricardo Arley Monroy Prieto, los manifestantes perpetraron todo tipo de vejámenes contra las trabajadoras de la Emerald Energy que fueron secuestradas con los uniformados.
“En cuanto a que evitaron una masacre atando las manos al Ejército es otra falsedad, tuvieron seis semanas para organizar la defensa de empresa y trabajadores como ordena la Constitución y lo único que hicieron fue mandar a 79 Policías del Esmad frente a 5000 campesinos y ni siquiera tenían un plan de evacuación, cuando los acorralaron, los Policías fueron hacia el Batallón. Ahora sabemos que fue una orden del presidente, del ministro de Defensa de no intervenir, de abandonar a los Policías y a los civiles a su suerte, a dejarlos en manos de unas hordas violentas, salvajes”, puntualizó Salud Hernández-Mora.
