El dirigente gremial José Félix Lafaurie, integrante de la mesa de negociación aclaró que no tiene sentido dialogar sin hechos concretos de paz.
El comisionado para la Paz, Otty Patiño, denunció hoy que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) planeó un atentado contra su principal asesor, Álvaro Jiménez, actual jefe negociador con el Clan del Golfo y un actor clave en el proceso de paz con el grupo guerrillero.
Según Patiño, esta amenaza no solo pone en riesgo la vida de Jiménez, sino que también constituye un ataque directo al proceso de paz en Colombia.
En una carta pública dirigida a los comandantes del ELN, Patiño señaló que la amenaza fue confirmada por ocho fuentes confiables.
“No es solo una amenaza; hay un plan concreto, y se ha contratado a sicarios para llevarlo a cabo. Este es un atentado no solo contra Álvaro, sino contra todo el proceso de paz que estamos intentando construir”, declaró Patiño, quien también hizo un llamado a la reflexión del ELN sobre sus intenciones reales de paz.
La denuncia también detalla cómo, durante el Sexto Congreso del ELN en junio de 2024, el grupo armado no solo reafirmó su postura ideológica, sino que además tomó decisiones letales, como la de asesinar a Jiménez y rechazar cualquier acuerdo con el gobierno de Gustavo Petro.
Patiño insistió en que este tipo de actitudes demuestran una falta de voluntad por parte del ELN para avanzar hacia una paz real.
Patiño afirmó con contundencia que, pese a las amenazas y la violencia que ha continuado por parte del ELN, el Gobierno Nacional no cesará en su voluntad de diálogo.
“El Gobierno no va a cesar en la posibilidad de diálogo. La generosidad ha sido grande, pero también hay un límite a la paciencia”, destacó, haciendo hincapié en que no se puede seguir dialogando con un grupo que actúa de forma violenta mientras mantiene conversaciones de paz.
Pruebas inequívocas
Por su parte, el presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGÁN), José Félix Lafaurie, se sumó a este llamado a la reflexión, pero con un enfoque crítico hacia el ELN.
“Se necesitan unas pruebas inequívocas del grupo guerrillero del #ELN en las que se demuestre su interés de cambio. Mientras tanto, no tiene sentido sentarse a negociar con un grupo que sigue cometiendo todo tipo de crímenes”.
Para Lafaurie, no tiene sentido sentarse a negociar con un grupo armado sin pruebas concretas de su disposición real a la paz. En una reciente declaración a un medio de comunicación regional, Lafaurie enfatizó que el ELN ha jugado con las expectativas de la sociedad colombiana a lo largo de siete intentos de negociaciones con diferentes gobiernos, sin cambiar su conducta.
“Después del atentado del ELN a la base militar en Arauca, el Gobierno pidió hechos claros para avanzar. Pero, pese a una serie de reuniones, el ELN sigue cometiendo crímenes, secuestros y extorsiones. La paz no puede seguir siendo un tema de juego para un grupo armado que no muestra señales de querer realmente cambiar”, subrayó Lafaurie.
El proceso de paz entre el Gobierno y el ELN se encuentra suspendido desde mayo del año pasado, tras varios ciclos de diálogo que no lograron concretar avances sustanciales. A pesar de los esfuerzos por reactivarlo, las recientes acciones violentas del ELN, como el ataque a la base militar en Arauca y el asesinato de soldados, han complicado aún más las posibilidades de retomar las negociaciones.
“Nosotros estamos dispuestos a dialogar, pero no con quienes siguen matando y generando terror”, concluyó Lafaurie, dejando claro que la paz no puede ser un proceso condicionado a la violencia.
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