Con este crimen ya son 28 las masacres registradas en Colombia en 2025; 73 líderes sociales han sido asesinados en lo que va del año.
Tres personas fueron asesinadas en la vereda Cuaiquer Viejo del municipio de Ricaurte, Nariño.
Entre las víctimas se encuentra el reconocido líder indígena Luis Aurelio Araújo Hernández, coordinador general de la Asociación CAMAWARI (Cabildo Mayor Awá de Ricaurte), y dos de sus escoltas asignados por la Unidad Nacional de Protección (UNP).
Según versiones confirmadas por las autoridades, el vehículo en el que se movilizaban fue interceptado por hombres fuertemente armados, quienes dispararon en repetidas ocasiones contra sus ocupantes.
Posteriormente, los cuerpos fueron incinerados junto con el automotor oficial. El hecho ha sido calificado como una masacre perpetrada con sevicia, que busca infundir terror entre las comunidades indígenas del departamento.
Araújo Hernández había sido oficialmente reconocido por el Ministerio del Interior como líder indígena el pasado 10 de marzo.
Su papel como defensor de derechos humanos y autoridad tradicional del pueblo Awá lo convertía en blanco en un territorio donde operan diversos grupos armados ilegales y bandas criminales.
Alertas tempranas ignoradas
La Defensoría del Pueblo había emitido con anterioridad dos alertas tempranas —la AT 008/23 y la AT 019/23— en las que advertía sobre el alto nivel de riesgo en el municipio de Ricaurte, especialmente para comunidades indígenas y líderes sociales.
Los informes señalaban que estructuras como el Frente Urías Rondón del Bloque Occidental, el Frente 21 Iván Ríos de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, el ELN y bandas locales imponen normas y ejercen control social sobre la población, violando de forma sistemática los derechos humanos.
Una cifra alarmante
Con esta nueva masacre, ya se contabilizan 28 masacres según Indepaz en lo que va del 2025, y 73 líderes sociales y defensores de derechos humanos han sido asesinados en el país.
Organizaciones sociales, comunidades indígenas y defensores de derechos humanos han exigido al Gobierno Nacional pronunciarse de forma inmediata y adoptar medidas efectivas de protección colectiva para el pueblo Awá y demás comunidades en riesgo.
También reclaman que se garantice justicia, verdad y no repetición frente a estos hechos que continúan ocurriendo con alarmante frecuencia.
“Luis Aurelio fue asesinado por ejercer liderazgo y defender los derechos de su pueblo. Su muerte no puede quedar impune, y su memoria debe impulsarnos a no callar”, señalaron desde CAMAWARI.