La postura que hoy asume Otty Patiño, alto comisionado para la Paz, con respecto a las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional, le dan la razón a José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán, quien venía promoviendo la suspensión de estas conversaciones.
El alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, dibujó un panorama desalentador sobre el estado actual de los diálogos entre el gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En declaraciones recientes, Patiño indicó que las conversaciones están actualmente congeladas y que el cese al fuego previamente establecido ha expirado sin una prórroga oficial. Según el funcionario, la responsabilidad del estancamiento recae en la organización guerrillera, que, además, ha experimentado una fractura interna con la decisión del frente Comuneros del Sur de alejarse de las negociaciones.
Patiño criticó duramente al ELN, afirmando que la organización guerrillera ha socavado el proceso de paz a través de acciones como el congelamiento de la mesa de diálogos, la falta de participación en los mecanismos de monitoreo y verificación, y la violencia continua que incluye ataques contra soldados. El alto comisionado subrayó que la expectativa de que el gobierno se doblegue ante las exigencias del ELN es errónea. «Esa manera de pensar de que el gobierno debe doblegarse ante ellos, creo que es absolutamente equivocada», afirmó.
Patiño dejó claro que el proceso de paz podría reiniciarse si el ELN demuestra una verdadera voluntad de paz; de lo contrario, la delegación gubernamental podría decidir levantarse de la mesa. «No vale la pena seguir», señaló el alto comisionado. En sus propias palabras, la paz está “congelada, o de pronto requetecongelada”, debido a la falta de compromiso visible por parte del ELN.
Las declaraciones del comisionado de Paz están en línea con José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), quien ha manifestado una postura crítica respecto a los diálogos de paz con el ELN. En sus intervenciones públicas, Lafaurie ha venido expresado su preocupación por la falta de garantías y resultados concretos en las negociaciones, argumentando que estos diálogos podrían ser aprovechados por el grupo armado para consolidar su poder y fortalecer sus operaciones. Según el dirigente ganadero, la apuesta por el diálogo debe ir acompañada de un control riguroso y mecanismos efectivos para asegurar que las conversaciones realmente contribuyan a la paz y no se conviertan en una herramienta para la perpetuación del conflicto. Su posición subraya la necesidad de un enfoque más cauteloso y exigente en el proceso de negociación con el ELN.
En ese orden de ideas, José Félix Lafaurie ha propuesto suspender los diálogos de paz con esa guerrilla, argumentando que, sin garantías efectivas y resultados concretos, las negociaciones podrían fortalecer al grupo armado en lugar de avanzar hacia la paz.