En un debate de control político al ministro de Defensa, la senadora María Fernanda Cabal acusó a sectores indígenas de recibir privilegios indebidos y abusar de mecanismos de autonomía. Relató incidentes durante el paro nacional y responsabilizó a estos grupos de actos de violencia en Cali, intensificando la polémica en el Congreso.
Este lunes 17 de junio de 2024, el Senado de la República vivió una jornada intensa durante el debate de control político al ministro de Defensa, Iván Velásquez, convocado para discutir la crisis de inseguridad que afecta al suroccidente del país. La sesión estuvo marcada por un intercambio acalorado entre las senadoras María Fernanda Cabal y Aída Quilcué.
El ministro de Defensa no asistió a la sesión en el Senado, ya que se encontraba en la Cámara de Representantes atendiendo un debate de moción de censura. Sin embargo, la ausencia de Velásquez no disminuyó la intensidad del debate en el Senado, donde los legisladores expusieron sus argumentos sobre la situación de inseguridad en regiones como el Valle del Cauca y el Cauca.
María Fernanda Cabal, conocida por su postura crítica y directa, no dejó pasar la oportunidad para expresar su descontento con la gestión del gobierno de Gustavo Petro en materia de seguridad. En su intervención, Cabal defendió vehementemente su derecho a hacer denuncias sin necesidad de solicitar permiso a terceros, recalcando la importancia de la transparencia y la libertad de expresión en su labor legislativa.
“No tengo por qué pedirle permiso a nadie para hacer denuncias de lo que yo conozco”, afirmó Cabal, dirigiéndose a sus colegas en la plenaria. La senadora denunció que algunos sectores indígenas, en su opinión, han recibido privilegios indebidos y han abusado de mecanismos de autonomía indígena y de consulta previa para desafiar la autoridad del Estado. En un tono confrontativo, señaló: “Ustedes sacaban a la Fuerza Pública, usaron todos los mecanismos de autonomía indígena y de consulta previa para hacer lo que se les ha dado la gana”.
Cabal continuó su intervención con acusaciones directas contra Quilcué y las comunidades indígenas, mencionando incidentes durante el paro nacional y responsabilizando a estos grupos de actos de violencia. “Ustedes ayudaron al paro nacional llevando sus chivas a destrozar la ciudad de Cali. Soy testigo y tengo víctimas de eso”, afirmó. También relató un incidente específico: “De cómo le incendiaron la camioneta a una amiga que le llevaba agua al Esmad. No me diga que no porque así es”.
Falsa ideología
La senadora no se detuvo ahí y acusó a las comunidades indígenas de estar instrumentalizadas por la ideología del presidente Petro. En sus palabras, estas ayudas no están llegando a los indígenas que quieren vivir en paz y no cultivar coca. “Aquí la tiranía de la minoría no nos va a acabar la democracia. Primero la Nación, primero los derechos de todos los colombianos sin privilegios”, subrayó.
Cabal ya había aportado cifras en el mes de mayo para respaldar sus afirmaciones, señalando que el 18 % de la coca en Colombia está localizada en tierras de comunidades indígenas. También indicó que el 4 % de la coca se encuentra en territorios de comunidades negras y el 21 % en parques naturales.
La senadora mencionó a indígenas involucrados en actividades delictivas, como alias Mayimbú, un indígena nasa condenado a 31 años de prisión por su relación con las FARC, quien, según Cabal, siguió delinquiendo gracias a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), hasta el día que fue dado de baja por el Ejército Nacional. “¿Usted quiere paz? Vivamos en paz, sin coca, sin carteles, sin el cartel de Sinaloa. Que su guardia indígena proteja a sus ciudadanos, pero no sacando de los territorios al Ejército ni a la Fuerza Pública”, enfatizó.
La postura firme de Cabal resuena con un sector del país que demanda mayor mano dura contra la criminalidad, mientras que sus críticas encendidas generan controversia y polarización en el escenario político colombiano.
La sesión del Senado culminó sin la presencia del ministro Velásquez, pero con la promesa de continuar la discusión sobre la inseguridad en el suroccidente del país. La intervención de María Fernanda Cabal seguramente seguirá generando repercusiones y alimentará el debate sobre la seguridad y los derechos de las comunidades en Colombia.