La situación actual de la empresa pública más importante del país es producto de la probada incompetencia de su actual presidente para llevar las riendas de la entidad de la cual depende en su gran mayoría el estado para financiar el Presupuesto General de la Nación.
Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, es el único que ha visto progreso en sus bienes y finanzas tras su vinculación a la entidad estatal. Daniel Coronell denunció en una columna de opinión que las obras de remodelación y los muebles del apartamento del Alto Ejecutivo superan los $2.300 millones, números a todas luces escandalosos y que deben ser objeto de verificación por las entidades competentes.
La ‘bonanza’ de Roa, quien reconoció haber gastado $300 millones, una cifra siete veces inferior a la real; contrasta con los números negativos que en términos de utilidades ha significado su gestión al frente de la más importante empresa pública del país.
Dos días después de la publicación de Coronell, el portal La Silla Vacía dio a conocer lo que sería un mecanismo ilegal para direccionar contratos al interior de Cenit, filial de Ecopetrol y que maneja un billonario presupuesto anual. Según el relato de una fuente anónima, esa sería la forma utilizada para liquidar ‘saldos y compromisos’ adquiridos la pasada campaña presidencial.
Igualmente, informó La Silla Vacía, que la pareja de Roa, actualmente investigado por la Procuraduría por presuntamente incumplir obligaciones con el Estado, sería la persona encargada de hacer los ‘acuerdos’ con los contratistas de suministros y quienes llegan a prestar servicios y asesorías. Según el portal: revisa hojas de vida junto a la directora de Recursos Humanos de Ecopetrol.
Esta información tiene asidero, pues, Ricardo Roa fue el gerente de la campaña presidencial de Gustavo Petro, la cual afronta líos judiciales por superar los topes de ingresos y gastos, además, ocultar información contable u omitir registro de algunas operaciones que según la normatividad electoral están prohibidas.
Ecopetrol es un despelote administrativo
Son varios los escándalos que han estallado al interior del petrismo y dejan al descubierto su forma de hacer política y gobernar. Ricardo Roa ha sido uno de los Altos Funcionarios que más críticas ha recibido por cuenta de pobre y desordenada gestión al frente de Ecopetrol.
Uno de los más sonados, en tiempos recientes, tiene que ver con la cuasi parálisis del sistema de transporte aéreo debido a la desinformación que a ese respecto circuló por varios canales e hizo temer lo peor. Esta situación también dejó al descubierto la intención del gobierno nacional de importar gas desde Venezuela para cubrir la demanda interna.
Por esos mismos días, se conoció que Ecopetrol había desistido de la compra de un paquete accionario en CrownRock, empresa filial de la multinacional Occidental Petroleum, OXY. La inversión rondaba los 12.000 millones de dólares y le había significado a la empresa colombiana un aumento en la producción de 65.000 barriles de crudo por día, así como también, multiplicar casi por tres las reservas de petróleo y gas, las cuales habrían pasado del 43 al 126%.
La cereza del pastel
Durante las últimas dos semanas el comportamiento de la acción de Ecopetrol en la Bolsa de Valores encendió las alarmas sobre una crisis estructural mucho más grande de la que hasta el momento han denunciado los medios de comunicación.
Actualmente el título valor se negocia por debajo de los $1.700, su cotización más baja desde la parálisis total de la economía por culpa de la pandemia generada por la Covid19. Este hecho, sin dudas está atado a la forma cómo se viene manejando la empresa y las erradas decisiones que se han tomado en torno a los frentes de negocio de esta.
La acción de Ecopetrol ha perdido en lo que va de 2024 más del 29% de su valor en el mercado bursátil. Analistas económicos advierten que este comportamiento es inusual y podría tener complicaciones de diversa índole para las finanzas públicas del país.
A este hecho, se le suma el reporte negativo en las utilidades. Para este tercer trimestre, las ganancias de la empresa disminuyeron 28,3% , lo que significa que dejaron de repartirse entre los accionistas 3,6 billones de pesos.
Con este caótico panorama de colofón, Roa propuso en medio del desastroso informe de utilidades para el tercer semestre, una recompra de acciones por parte del gobierno nacional, lo que, según algunos comentaristas significa estatalización. “Ya invité al Gobierno a que compren acciones de Ecopetrol que están baratas”, dijo el alto ejecutivo ante el diverso auditorio.
Esta propuesta ha caído mal entre muchos expertos, quienes insinuaron que los movimientos adversos hechos por Roa y el inconveniente discurso del gobierno en torno a la transición energética tenían este objetivo como horizonte.
«O sea que la estrategia era destruir patrimonialmente a las cientos de miles de familias de Colombia que son accionistas minoritarios y después comprar barato en cabeza del estado?? ¿Una estatizacion a costa de las familias accionistas? ¡Mal la verdad!», puntualizó el exministro de Hacienda y Crédito Público, José Manuel Restrepo.