Líderes y magistrados rechazan llamado del Gobierno para reformar la Constitución de 1991

La propuesta del Gobierno de Gustavo Petro de convocar una nueva Asamblea Nacional Constituyente ha generado fuertes reacciones y críticas en el marco de la conmemoración de los 33 años de la Constitución de 1991. Líderes y magistrados, incluyendo a la senadora María Fernanda Cabal y el presidente de la Corte Constitucional José Fernando Reyes, se oponen firmemente, calificando la iniciativa como una amenaza para la estabilidad democrática del país.

En el marco de la conmemoración de los 33 años de la Constitución de 1991, la propuesta del Gobierno de Gustavo Petro de convocar una nueva Asamblea Nacional Constituyente ha generado una ola de reacciones y críticas de distintos sectores del país. La iniciativa, vista por algunos como una oportunidad para actualizar y mejorar el marco constitucional, ha sido recibida con escepticismo y preocupación por otros, quienes la consideran una amenaza para la estabilidad democrática de Colombia.

La senadora María Fernanda Cabal, conocida por su postura crítica hacia el gobierno actual, expresó su rechazo a la propuesta a través de la red social X. «El petrismo, las guerrillas del ELN y las FARC dispuestos hoy 33 años después de la Constitución del 91 a reformarla vía Constituyente», afirmó la congresista del partido Centro Democrático.

Por su parte, el presidente de la Corte Constitucional, magistrado José Fernando Reyes, también se pronunció en contra de la propuesta durante un evento conmemorativo. Reyes cuestionó la necesidad de crear nuevos proyectos constitucionales cuando, según él, aún no se ha implementado plenamente la Constitución vigente. “Me pregunto, cómo seguir hablando de nuevos proyectos constitucionales si es que no hemos sido capaces de desarrollar y hacer cumplir el pacto que nos forjamos en 1991″, señaló.

Reyes enfatizó que la Constitución debe ser un documento firme y no susceptible a cambios arbitrarios. “La Constitución no puede ser una masa deforme, gelatinosa y banal cambiable a placer, sino al revés: debe ser un texto rígido con muy relativas flexibilidades”, añadió. Según el magistrado, la Carta Magna debe servir como una brújula y punto de equilibrio para el pueblo colombiano, que ha vivido asediado por la violencia durante muchos años.

Reacciones de líderes y magistrados

El presidente de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, magistrado Alfonso Cajiao Cabrera, también defendió la vigencia de la actual Constitución, afirmando que es «suficiente» para regir los destinos del país y salvaguardar los derechos de los colombianos. “Colombia no necesita de otros instrumentos, esta Constitución suficiente es para el ejercicio de los derechos y la consolidación de una democracia participativa”, sostuvo.

Humberto de La Calle, senador y reconocido arquitecto del proceso de paz de 2016, también se sumó a las críticas. De La Calle destacó que el primer deber del gobierno es generar confianza, y señaló que la propuesta ha sorprendido a buena parte de la comunidad. “La Carta Política es algo demasiado serio para dejarlo en manos de la vocinglería. La otra discusión, naturalmente, es la de la conveniencia y la oportunidad”, expresó. Criticó que la idea no se haya planteado al inicio del periodo presidencial, sugiriendo que la oportunidad para un debate más amplio y fundamentado ya se ha perdido.

Opiniones de expresidentes y legisladores

El expresidente Iván Duque fue uno de los críticos más contundentes, asegurando que una Asamblea Nacional Constituyente generaría incertidumbre en el país y perpetuaría al actual gobierno en el poder. “Una Asamblea Nacional Constituyente tiene como objetivo perpetuar en el poder al actual gobierno y al Pacto Histórico. El tal “Acuerdo Nacional” es una fachada para provocar una ruptura institucional”, afirmó. Duque instó a las altas cortes y al Congreso a bloquear tal posibilidad para evitar que Colombia siga el modelo chavista.

Por su parte, el representante a la Cámara por el Centro Democrático, José Jaime Uscátegui, también rechazó la idea, calificándola como una burla hacia los electores y el país. “Lo que Gustavo Petro busca hacer con nuestra democracia es una burla hacia sus electores y el país, después de jurar en mármol y hasta en notaría que no utilizaría esta vía”, señaló.

Carlos Fernando Motoa, senador de Cambio Radical, cuestionó la viabilidad de la Constituyente y afirmó que desde el Congreso buscará frenar la propuesta. “A quién le cabe en la cabeza convocar una Asamblea Nacional Constituyente diferida en el tiempo a dos o tres años, que sólo asumiría funciones cuando se elija el nuevo presidente y el siguiente Congreso? ¡No es lo adecuado!”, expresó.

El exfiscal Alfonso Gómez Méndez también se mostró escéptico ante la propuesta, cuestionando las intenciones del gobierno de Gustavo Petro. “Qué diablos es lo que quieren hacer, qué es lo que quieren cambiar”, dijo, reflejando la incertidumbre y preocupación que la idea ha suscitado entre diversos sectores de la sociedad colombiana.