Desde la primera vez que se posicionó el tema en la agenda nacional, son muy pocas las personas que se atreven a hacer unas declaraciones como las hechas por el excanciller, quien tras su salida estrepitosa del cargo y ad portas de una sanción disciplinaria, pareciera, más bien, querer desviar la atención del escándalo de la Fiduprevisora.
Cuando se pensaba que después de su nefasto paso por la Cancillería, Álvaro Leyva Durán hiciera por fin, uso de buen retiro, como se dice en el argot militar, este reaparece tratando de revivir una propuesta que, además de ser impopular, es difícil de conseguir en la práctica, dada la realidad política del país.
Leyva Durán publicó un video en su cuenta de X, donde manifiesta la necesidad de concretar la propuesta del presidente Petro de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, idea que desde un principio fue rechazada por un amplio sector de la opinión y la cosa pública.
La mayoría de los analistas consultados desde entonces, coinciden en que, la afirmación “Colombia tiene que ir a una Asamblea Nacional Constituyente, Colombia no se tiene que arrodillar”, expresada por Petro en Puerto Resistencia, más allá de un objetivo real, fue la reacción desesperada ante el fracaso de la reforma a la Salud y motivada por los aplausos de sus seguidores.
A pesar del sentir de los analistas políticos y versados juristas, el Gobierno Nacional empezó a desplegar una estrategia publicitaria tendiente a explicar en detalle que consistía la propuesta del presidente, como se evidencia en algunas publicaciones en X donde se comparte un explicativo del proceso, no obstante, ante el rechazo generalizado, el plan se detuvo.
Congresistas de gran relevancia en la agenda política tuvieron que salir a los medios de comunicación a rectificar a Petro, señalando que el mandatario hacía referencia a la necesidad de refrendar la posibilidad de iniciar el proceso o aprobar por esa vía las reformas que no pasaron el examen en Senado y Cámara.
Esta casi que salida en falso de Petro, había quedado como una más de las tantas anécdotas y juegos discursivos utilizados para desviar la agenda mediática, pero, resurge nuevamente en la agenda por cuenta del video de Álvaro Leyva.
Una de las razones que expone el excanciller para cambiar por completo el pacto social, como llaman los filósofos del derecho a la Constitución, tiene que ver con el incumplimiento sostenido del Acuerdo de Paz de La Habana.
“La paz total es con todos, lo tengo reseñado en mayúsculas, a nadie se le va a pedir permiso para lograrla y rápido, la gozará con orgullo y satisfacción todo el pueblo de Colombia. Obviamente se darán las explicaciones del caso, el cómo el presidente Petro viene siendo el constructor de los pasos que siguen, bienvenidos todos ellos”, se le oye decir a Álvaro Leyva.
Esta idea parece justificar el enuncio de Petro en torno a la necesidad de denunciar ante la ONU el incumplimiento del Estado colombiano en la implementación del Acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), dejando de lado que hace casi dos años tiene la obligación de brindar las garantías necesarias para que eso se cumpla.
Más adelante, sostiene, a pesar de la evidencia, que Petro tiene en su cabeza la solución definitiva a los problemas estructurales que no dejan avanzar al país, olvidando, por ejemplo, los resultados desastrosos del cambio en el sistema de salud de los docentes.
Pomposamente, en otro de sus apartes, obviando la manifiesta imposibilidad del actual Gobierno de buscar un punto de equilibrio en temas coyunturales, sostiene que la idea de cambiar la Constitución es acordar un nuevo país con el concurso de todos los sectores políticos.
“Con el ánimo de consolidar aún más las bases sobre las que se edificará la paz y la reconciliación nacional, una vez realizado el procedimiento de refrendación, convocarán [convocará] a todos los partidos, movimientos políticos y sociales, y a todas la fuerzas vivas del país a concertar un gran Acuerdo Político Nacional encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarias para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia política y social”, comenta.
Finalmente, habida cuenta de la realidad nacional y las complicaciones di diversa índole que tiene casi sobre las cuerdas al presidente Petro, el galimático discurso de Leyva es más bien una distracción, mientras en Palacio Buscan una nueva manera de distraer a la opinión pública, que un impuso a la Constituyente.