El congresista por la Alianza Verde y Centro Esperanza apareció recientemente en redes sociales y medios de comunicación para rechazar de plano una estrategia de seguridad que está siendo estudiada por el presidente Petro, quien busca extenderla a todos los gremios de la agroindustria.
Hace uno días, a través de su cuenta en la red social X, el senador por el Partido Alianza Verde, Ariel Ávila, se despachó en contra de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz que el Gobierno Nacional considera útiles para proteger no solo a los ganaderos.
“La propuesta de la creación de los frentes solidarios de seguridad ganadera, además de ineficaz es: 1. La posibilidad de que estos frentes terminen como grupos privados de seguridad o mercenarios es muy alta. Ya ha ocurrido en otros momentos de la historia y se prestará para despojo de tierras. 2. Ustedes se imaginan un grupo de civiles con pistolas enfrentando al Clan del Golfo, por eso es que estos frentes son más ejércitos privados que una alternativa real de seguridad”, trinó Ávila.
Después, hizo una intervención en la Revista Cambio descalificando de plano la propuesta de José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), en torno a la estructuración de una estrategia de seguridad que permita la canalización de información hacia entidades administrativas y la Fuerza Pública, para hacerle frente a la difícil situación de inseguridad que se vive en el campo.
En los más de 15 minutos que demora la intervención que el congresista comparte en su cuenta en la red social X, emite una serie de juicios de valor sin conocer en detalle cuál es el objetivo y las formas de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz que el presidente de la República quiere extender a todos los gremios de la agroindustria, afectados duramente por la delincuencia al igual que los ganaderos.
“[…] Las famosas Convivir que eran agrupaciones de civiles que supuestamente solo tenían radios para comunicarse con la Fuerza Pública, fueron los que terminaron convirtiéndose en las AUC, entonces, cuando usted mira la propuesta actual con la de hace 25 años, es lo mismo, es una propuesta similar, básicamente: organizar civiles, ponerlos a patrullar, que tengan radios y demás y después van a terminar armados”, comentó al inicio de la entrevista.
Más adelante, vaticina situaciones sobre la base de hipotéticas situaciones de violencia donde integrantes de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz se enfrentan a tiros con organizaciones criminales, dando por hecho algo que desde Fedegán han clarificado muchas veces: la propuesta no incluye armas para los ganaderos.
Luego de esa reflexión, concluye equivocadamente que en razón de esa hipotética confrontación lo que seguiría sería “una carrera armamentística donde todo el mundo quiere armarse y eso se convierte rápidamente en un problema de seguridad”, como si fuera poco, advierte que de nada le serviría a los productores agarrar las armas, porque frente al poderío militar de las estructuras criminales que amenazan sus territorios, son solo cazadores aficionados de domingo.
“Imagínese tres ganaderos armados con pistolas, versus el Clan del Golfo con AK47, pues, no van a hacer nada, entonces, muchos de esos grupos en vez de combatir bandas criminales, van a terminar es sirviendo para el desplazamiento forzado de campesinos y el robo de tierras”, aseveró Ariel Ávila.
Conveniente silencio
Ávila quien en el pasado se caracterizó por hacer un crítica frentera a la corrupción al interior de las entidades públicas, no aparece hoy en medios de comunicación para expresarse con igual vehemencia a los muchos escándalos que se han descubierto al interior de la administración Petro.
Por el contrario, aparece referenciado, por ejemplo, como uno de los benefactores de los muchos contratos suscritos por la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) con la Alcaldía de Santa Marta durante los gobiernos de Carlos Caicedo y Rafael Martínez y que no prestaron ningún beneficio a la ciudad que se encuentra actualmente dentro de las 50 más peligrosas del Mundo.
“[…] No hay soportes documentales en su poder, a parte de ese diagnóstico porque cuando entré no recibí ningún tipo de entregable. […] A la política pública de seguridad le pusieron un cumplimiento cuando lo que existe es un documento de 18 páginas con un diagnóstico y eso no es un principio de política pública. Yo no encontré esa política y para eso estamos trabajando”, dijo el secretario de Seguridad de ese entonces, Camilo George al referirse al trabajo realizado por Pares en la ciudad.
Recientemente, también se criticó al senador porque su esposa Magda Núñez, fue nombrada en la jefatura de la oficina de Relacionamiento con el Ciudadano del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre).
Ariel Ávila quien en el pasado se fue lanza en ristre contra este tipo de prácticas que deja en evidencia el tráfico de influencias y el condicionamiento de los votos en las comisiones y plenarias de Congreso, atinó a decir únicamente que su mujer tiene las aptitudes y los requisitos de experiencia para asumir el cargo, argumentos que otrora en voz de quienes cuestionaba, no le importaron.