La política internacional de Petro va camino al fracaso

Casi todos los pasos dados por el canciller Álvaro Leyva parecen estar equivocados: discursos sin sentido; nombramientos de personas sin experiencia en embajadas y consulados; intromisión en temas que no son de su resorte y la aprobación de comitivas de acompañamiento en misiones diplomáticas bastante exageradas.

En su acostumbrada columna dominical en el diario El Tiempo, la periodista María Isabel Rueda volvió a poner el dedo en una de las llagas que más debe arder en el gobierno Petro: su política internacional, la cual, habida cuenta de las ligerezas del mismo presidente y del canciller Alvaro Leyva, va camino al fracaso.

La nota periodística empieza relatando la formo cómo en los Estados Unidos metieron en cintura al Embajador de Colombia en Venezuela por cuenta de unas declaraciones de Armando Benedetti donde aseguraba que por intermedio de Ecopetrol el país se haría al 51% de las acciones de la empresa de fertilizantes venezolana Monómeros, envuelta desde hace años en líos judiciales y sacudida reiteradamente por problemas de corrupción administrativa.

“Nuestro embajador había anunciado con bombos y platillos que la fábrica de fertilizantes ubicada en Barranquilla y que lleva tiempo manejada bajo opacas directrices, que la tienen prácticamente quebrada, sería comprada en un 51 % por Ecopetrol, apenas cambiara su presidente; y que por ello se pagaría la suma de 300 millones de dólares. Nadie supo de dónde sacó Benedetti el avalúo”, dijo Rueda en su escrito.

Así mismo, dejó entrever que a los ‘gringos’ les preocupa sobremanera el asunto, porque se conoció que Nicolás Petro, hijo mayor del presidente, habría planeado entre otras cosas que se conocen por boca y chats con su exesposa Dayssuris Vázquez ‘invertir’ en la mencionada empresa para luego, presuntamente en jugadas ilegales obtener beneficios exorbitantes, situación que obligó a la estatal petrolera colombiana a rectificar a Benedetti. 

“El hecho es que a los EE. UU. no les puede gustar el negocio. Porque $ 300 millones de dólares de origen colombiano quedarían bajo el radar de la OFAC: Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, que controla las actividades consideradas amenaza para la seguridad de EE. UU. Por eso rápidamente Ecopetrol salió a desmentir a nuestro embajador en Caracas, mediante un comunicado en el que queda claro que no hay ningún interés de Ecopetrol en Monómeros”, explicó la periodista.

Redentor de la humanidad

Como si eso fuera poco, el Gobierno de Estados Unidos tiene que lidiar con el discurso bastante ridículo del canciller, quien parece haber tomado el papel de redentor de la humanidad, pues, en una reunión con funcionarios del Departamento de Estado aseguró que “Colombia era el país de la coca. Hoy somos la esponja para ponerle solución a la posible desaparición del género humano. Estamos salvando al planeta”.

Según María Isabel Rueda, el discurso que manejan Leyva y sus asesores más que propositivo, tiende a culpar al pasado gobierno por el aumento desmedido en los cultivos de coca, desconociendo que en realidad estos se multiplicaron e la era Santos y hoy nuevamente repuntan dada la ‘tolerancia’ de Petro hacia ese cultivo y sus ideas de sacar la hoja de coca de la lista de sustancias narcóticas de la Organización de las Naciones Unidas.

Aunque desde el gigante del norte se aprobaron millonarios recursos para la lucha contra el narcotráfico, no deja de ser desconcertantes para algunos actores de la cosa pública estadounidense el hecho de que se hayan casi que suspendido las erradicaciones de cultivos de coca luego del ascenso de Petro al poder, adicionalmente “les preocupa la impunidad que puede generar la Paz Total y el gran fenómeno de lavado de fortunas ilegales que se formalizarán, mediante el permiso de que los narcos conserven el 6 por ciento de sus bienes. Las respuestas que recibieron de la delegación colombiana les parecieron dispersas y, como me lo confirmó una fuente, demasiado ‘aspiracionales’”, comenta María Isabel Rueda.

A esta seguidilla de pasos equivocados ante nuestro aliado del Norte, debe sumársele el activismo incomprensible del embajador Luis Gilberto Murillo, quien ejecutando un papel poco diplomático ha estado presionando a la Casa Blanca para que modifique y flexibilice las condiciones de acceso de los nacionales colombianos a las visas y estatus migratorios.

Las arremetidas de Murillo contra la política migratoria estadounidense resultaron contraproducentes, pues, hace pocos días “recibió la confirmación de que a Colombia no se le concederá un régimen migratorio especial y que, como si fuera poco, la visa a los EE. UU. sube de tarifa”, se lee en uno de los artes de la columna.

Polémicas posesiones en embajadas y consulados

Otros de los aspectos relevantes en el evidente fracaso de la política internacional de este Gobierno tienen que ver con la posesión en las embajadas y consulados de personajes que no poseen ni conocimientos ni experiencia probada en estas lides, como lo son Camilo Romero, León Fredy Muñoz y Armado Benedetti, todos con cuentas pendientes ante la justicia por asuntos que van desde corrupción en la celebración de contratos públicos hasta narcotráfico.

Si le sumamos a eso el caso de Moisés Ninco Daza, posesionado como Embajador en México violando todas las normas referidas a este tipo de nombramientos, aun cuando haya sido advertido por uno de los integrantes de tribunal de aceptación y aprobación de estos nombramientos y la petición de abstención de designación incoada por la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular de Colombia (Unidiplo), el manejo que se le viene dando a este asunto deja mucho que desear, además, no dista mucho del de pasados gobierno a los que Petro y sus seguidores ‘hicieron bastante ruido y críticas’.

Como era de esperarse, también movido por esas ideas un poco extrañas sobre el asunto de las drogas, su reconocido consumo e inexperiencia, el embajador Ninco Daza ya metió las patas en México opinando respecto de asuntos que no le corresponden, evidenciando su total desconocimiento de la Diplomacia.

Donde no pasaron por alto las intromisiones fue en Perú, donde declararon por unanimidad persona non grata al presidente Gustavo Petro. “No hay derecho de que hayamos provocado al Perú, país del que apenas nos separa por allá una vieja guerra limítrofe, para que ahora sea otro país vecino el que rompa relaciones con nosotros. ¿Qué clase de política internacional estaremos practicando?”, cuestiona Rueda.

Finalmente, la periodista hace énfasis en el exagerado grupo de personas que viajará con la vicepresidenta Francia Márquez al África en su misión de gestionar dinero y la apertura de nuevas Embajadas. “Que vaya la vicepresidenta al continente, como digna representante del pueblo afrocolombiano, a estrechar relaciones, pues no tiene nada de malo. Por el contrario, buenísimo, porque es el continente del futuro. ¿Pero necesitará que su ‘tour’ lo haga acompañada de 60 personas? Y a quienes nos parezca una comitiva exagerada, más parecida a un gran safari que a una diligencia diplomática, pues de malas”, puntualiza María Isabel Rueda.

Lea aquí la columna de María Isabel Rueda:

https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/maria-isabel-rueda/columna-de-maria-isabel-rueda-la-esponja-755816