La Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia expresó su profunda preocupación por el aumento de la violencia en Quibdó, Chocó, e instó al Estado colombiano a tomar medidas urgentes para proteger a la población civil y salvaguardar los avances en la construcción de paz.
La Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de los Estados Americanos (MAPP/OEA) emitió un contundente comunicado en el que expresa su profunda preocupación por la escalada de violencia y el deterioro de la seguridad en Quibdó, capital del departamento del Chocó.
Según la Misión, la situación en la ciudad se ha agravado por el avance de grupos armados ilegales a plena luz del día, el fortalecimiento de sus estructuras, y los constantes enfrentamientos entre bandas criminales que se disputan el control territorial. Este escenario, advierte el organismo, aumenta las afectaciones a la población civil y pone en riesgo la institucionalidad local.
“Rechazamos de forma categórica cualquier acción que vulnere los derechos de la ciudadanía, e insistimos en la urgencia de proteger la vida y dignidad de las personas en los territorios”, señaló la Misión.
La MAPP/OEA hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional y a las autoridades territoriales para que garanticen condiciones de seguridad tanto para las comunidades como para los servidores públicos, quienes han sido objeto de amenazas en medio de esta creciente ola de violencia.
“Instamos al Gobierno Nacional a implementar medidas integrales de protección, a fortalecer la presencia institucional en el territorio y a reactivar de manera urgente el Espacio de Coordinación Sociojurídico (ESCJ), como herramienta clave para la construcción de paz”, agregó el comunicado.
En su mensaje, la Misión reiteró su compromiso con la construcción de una Paz Completa en Colombia y con la seguridad en los territorios más afectados por la violencia. Además, instó a no retroceder en los logros alcanzados y a mantener la voluntad política y las acciones conjuntas necesarias para garantizar el bienestar de las comunidades.
“La paz es un compromiso que exige presencia, voluntad y acciones conjuntas. No podemos dar un paso atrás. No más violencia”, concluyó el organismo.
La situación en Quibdó ha generado preocupación entre organizaciones defensoras de derechos humanos y líderes sociales, quienes han alertado sobre el aumento de homicidios, desplazamientos forzados y amenazas constantes en los últimos meses.