La diplomacia del gobierno Petro le sale cara a los colombianos, denunció la senadora Cabal

En su investigación, la congresista reveló la falta de transparencia y coherencia de la administración Petro en la gestión de la política exterior colombiana. Con un aumento del 18.14 % en los gastos de personal y una expansión considerable de la infraestructura diplomática, queda claro que este asunto merece un escrutinio detallado.

Una nueva investigación lideró la senadora María Fernanda Cabal sobre la preocupante situación de la Cancillería colombiana, mostrando prácticas que difieren de las promesas gubernamentales y cuestionan la gestión del presidente Gustavo Petro en el ámbito diplomático.

“En sus mentiras recurrentes Petro habló en innumerables ocasiones de respetar la carrera diplomática”, manifestó la senadora en una de sus publicaciones en la plataforma X.

Bajo el hashtag #PetroVerso, Cabal expuso en sus redes sociales cómo el gobierno ha creado 125 nuevos cargos en la Cancillería, así como 10 nuevas embajadas, alimentando la preocupación sobre la eficacia y el propósito de estas medidas.

Esto, en contraste a la eliminación de solo 11 puestos a través del Decreto 1882 de 2023 en el Ministerio de Relaciones Exteriores, reflejando un aumento significativo en los gastos de personal que, para mayo de 2023, ascendieron a la impactante cifra de $543.591 millones.

Los nombramientos realizados por la administración Petro también han sido objeto de controversia, ya que han incluido a figuras políticas sin experiencia diplomática previa, en contradicción con las promesas de una carrera diplomática meritocrática. Entre los nombramientos más destacados se encuentran Moisés Ninco Daza como embajador en México, Sebastián Guanumen como embajador en Chile y Camilo Romero como embajador en Argentina, entre otros.

Además, se ha revelado que el costo anual de estos nuevos cargos asciende a $51.808.536.163, sumado al impacto fiscal de las 10 nuevas embajadas, que representa un gasto adicional de $18.397.413.932 anuales.

La senadora Cabal también respaldó sus afirmaciones con evidencia, citando un estudio realizado por El Tiempo el año pasado que demostró que más de la mitad de los embajadores nombrados no poseen una carrera diplomática formal.

Además, presentó un documento de Unidiplo que cuestiona la idoneidad de Armando Benedetti para su cargo en la FAO, destacando su falta de dominio de otro idioma diplomático y de conocimientos técnicos sobre agricultura, así como su historial diplomático previo en Caracas, Venezuela.

Estas revelaciones hechas por la congresista, plantean serias dudas sobre la transparencia y la coherencia de la administración Petro en la gestión de la política exterior colombiana.

Con un aumento del 18.14 % en los gastos de personal y una expansión considerable de la infraestructura diplomática, queda claro que el tema de la diplomacia colombiana merece un escrutinio detallado por parte de la opinión pública y las autoridades pertinentes.