A pesar del avance significativo en la consecución de la verdad como propósito de este tipo de procesos, las víctimas exigen a los comparecientes que amplíen la información relacionada con cada uno de los delitos de los que fueron víctimas.
Hace poco menos de una semana, se llevó a cabo el Ibagué la primera Audiencia Regional de Reconocimiento de Verdad, ante la Jurisdicción Especial para La Paz (JEP), la diligencia, supone un avance significativo en el bastante dilatado en el tiempo, caso 01 al cual han denominado los investigadores y la prensa: ‘Toma de rehenes, graves privaciones de la libertad y otros crímenes concurrentes cometidos por las Farc-EP’.
El acto tenía como objetivo principal escuchar la versión de 10 exintegrantes del Comando Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y cuyo centro de operaciones estaba en los departamentos de Huila y Tolima.
«Los diez comparecientes son responsables de estas conductas (crímenes de guerra y crímenes internacionales cometidos de manera concurrente) señalados como partícipes determinantes o máximos responsables regionales», comentó Julieta Lemaitre, magistrada de la JEP.
En un hecho sin precedentes, dadas las constantes negativas, los excombatientes reconocieron por primera vez, desde su vinculación a este caso, que fueron responsables del secuestro de personas a las que consideraban pudientes.
“Reconozco mi responsabilidad por los delitos graves no amnistiables entre los años 1999 y 2011. […]Participé en las decisiones de realizar secuestros financieros por el Frente 21, pues, ara esta época del 2011 al 2014 estábamos en una situación difícil. El Comando estaba a punto de desaparecer debido a las operaciones militares que se desarrollaban contra nosotros. Llegamos a ser 1200 personas armadas, quedamos solo 200”, dijo ante sus víctimas, Luis Eduardo Rayo o alias Marlon, quien fuera para el momento de los hechos, coordinador del Comando Conjunto Central.
Víctimas quieren saber toda la verdad
Aunque las palabras de su victimario son reconfortantes en medio de las tan difíciles situaciones que han vivido, quienes permanecieron retenidos por esta organización criminal quieren que las declaraciones vayan más allá del reconocimiento de las responsabilidades de los terroristas vinculados al proceso.
Los ganaderos Ramiro Charry Durán y Ramiro Charry Gutiérrez, padre e hijo, ambos víctimas del secuestro, aceptaron lo dicho por los comparecientes, pero no quedaron conformes, pues, a su juicio, faltan elementos que permitan acceder a la verdad plena. “Para mí la verdad es saber de dónde salen estos secuestros, […] dígannos, quiénes eran las personas que les ayudaron o participaron en el génesis de los secuestros con fines de financiación”, apremió Charry Durán, quien junto a su esposa estuvo en cautiverio por más de dos meses.
