Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera son el Modelo de Vigilancia por Cuadrantes, pero en la ruralidad: Lafaurie

En el marco del evento, se dejó claro que esta iniciativa consiste única y exclusivamente en la generación de alertas tempranas y el intercambio de información que permita a las autoridades estructurar planes y ejecutar acciones para prevenir y combatir el delito de alto impacto entre los productores.

El pasado miércoles en la ciudad de Valledupar, José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), dio a conocer una cifra bastante alarmante que pone de presente dos asuntos: las pérdidas las que se ven expuestos y lo sistemático de las incursiones delincuenciales en los hatos.

De acuerdo con el dirigente gremial, en los últimos 14 años, se han presentado más de 36.000 ataques de cuatreros a las haciendas, cerca de 4 robos diarios. Esta cifra es un indicador indiscutible del deterioro de la seguridad en las zonas rurales.

La actividad que se llevó a cabo en el auditorio de la Universidad del Área Andina de esa capital y que contó con la presencia de autoridades administrativas, policiales, judiciales y un  nutrido grupo de productores bovinos y bufalinos de la región, expuso ante la opinión pública la estrategia denominada: Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera.

Desde entonces, varios sectores afines al Gobierno Nacional, incluso, miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN); actualmente en negociaciones de paz; expresaron su malestar ante la implementación de esta estrategia, ya que consideran que significa una usurpación de funciones exclusivas de la fuerza pública y podría degenerar en organizaciones armadas al estilo de las que surgieron en las décadas de los 80s y 90s.

La ruralidad necesita protección

Fiel a su estilo, Lafaurie ha salido a todos los medios a hacer pedagogía respecto de lo que son en realidad los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera, que es lo que buscan los agremiados a Fedegán con su puesta en marcha y cómo garantizarán su no criminalización.

“Colombia es un país que se sensibiliza de manera equivocada, es decir, mientras que el ciudadano en las ciudades puede recurrir a los frentes de seguridad y a los cuadrantes de la Policía, resulta que los ciudadanos de las zonas rurales, no”, dijo Lafaurie para enfatizar en lo difícil que resulta hacer empresa en sitios apartados donde no hay autoridad.

A renglón seguido, explicó que aunque el nombre puede sugerir un tema de tipo castrense, la orientación o el enfoque de esta estrategia de seguridad es más bien de corte social, buscando cohesión entre medianos, grande y pequeños empresarios del campo.

“Se trata de generar esa línea de confianza, de amistad, de compromiso, es decir: ¿cómo uno construye o reconstruye esa relación que se ha venido perdiendo con el paso del tiempo? […] Tenemos que colaborar con la fuerza pública y con las autoridades, fíjese, la situación de orden público está desbordada en todo el país, el abigeato, las extorsiones, el secuestro, entonces, esto es haciendo una articulación eficaz con la fuerza pública, pero también con las autoridades locales como el alcalde, el juez, el fiscal, el procurador, etc.”, explicó el dirigente gremial.

Sobre este punto en concreto, el líder ganadero es bastante optimista, pues, considera que un conjunto de autoridades coordinadas y recibiendo información privilegiada para la toma de decisiones y ejecución de acciones, puede incidir de manera positiva en la mejora de la situación actual de orden público en  la ruralidad.

“Estos frentes lo que van a hacer es generar alertas tempranas para que las autoridades actúen, lo hicimos con las brigadas solidarias y funcionó, cuando los ganaderos empiezan a construir tejido social y tejido gremial en este caso, las cosas con totalmente diferentes”, comentó el alto ejecutivo.

Finalmente, señaló que en la medida en que logren un engranaje ideal, las acciones delincuenciales se irán disminuyendo, habida cuenta del cerramiento de los espacios de acción a los antisociales.

“Se trata de compartir información y al mismo tiempo de ir generando una red solidaria entre ellos, de tal manera, que en la medida en que el bandido se da cuenta que Pedro que está en la vereda tal, habla con fulano, que fulano habla perencejo, que están en contacto con el alcalde, que están en contacto con el mayor o con el teniente que está en esa zona, las cosas empiezan a cambiar”, puntualizó Lafaurie.