El ELN, un problema que se le salió de las manos a Petro

El creciente enfrentamiento entre Petro y el ELN refleja las tensiones que atraviesa la “paz total”, un proceso que ha generado esperanza en algunos sectores, pero también ha alimentado la preocupación sobre su efectividad.

La pelea que surgió este fin de semana entre Antonio García, comandante máximo del ELN, y el presidente Gustavo Petro, según varios analistas, pone de manifiesto una realidad que ya había sido advertid: la permisividad del gobierno de Petro hacia los grupos armados ilegales, en especial el ELN, favoreció su fortalecimiento mientras se desarrollaban los diálogos de paz.

A pesar de las promesas de desarme y de un cese de hostilidades, el ELN ha intensificado sus actividades durante el mandato de Petro, lo que ha causado un aumento en la violencia en varias regiones del país.

Antonio García, comandante máximo del ELN

El rifirrafe

Antonio García, comandante máximo del ELN, acusó al mandatario colombiano de emplear una «doctrina basada en la repetición de mentiras», comparando su discurso con la estrategia utilizada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. “Eso le funcionó por un tiempo a los nazis, pero eso le queda muy mal como jefe de Estado”, señaló García, sugiriendo que, a largo plazo, los pueblos serán los que prevalezcan, no los líderes.

El jefe guerrillero, además, señaló que el gobierno de Petro ha facilitado la consolidación de las disidencias del ELN y otros grupos narcotraficantes. Según el comandante guerrillero, estos grupos buscan una «legalización» a través de los procesos de desmovilización, para luego ocupar posiciones políticas y sociales con los capitales obtenidos del narcotráfico. Esta acusación subraya el temor de que, mientras el gobierno negocia con la guerrilla, el ELN y otros grupos armados ilegales sigan operando con impunidad y se fortalezcan en su lucha armada.

Por su parte, presidente Petro no tardó en responder a estas críticas en su cuenta de X.

“Puede Antonio García atacarme lo que quiera e intentar matarme si lo desea”, dejando claro que no cederá a las amenazas del líder guerrillero. Sin embargo, esta respuesta solo ha aumentado la polarización en torno a su política de paz.

El creciente enfrentamiento entre Petro y el ELN refleja las tensiones que atraviesa la paz total del presidente, un proceso que ha generado esperanza en algunos sectores, pero también ha alimentado la preocupación sobre su efectividad.

Mientras el ELN sigue fortaleciendo su accionar violento, muchos se cuestionan si la estrategia de Petro realmente está logrando la paz o si, por el contrario, está favoreciendo a los actores más violentos del conflicto.

Este escenario también subraya la complejidad de la situación en Colombia, donde la falta de resultados tangibles en los diálogos de paz y el fortalecimiento de los grupos armados ilegales están generando una creciente preocupación sobre la seguridad y la estabilidad del país.