De acuerdo con el dirigente gremial, en este momento de escepticismo frente al éxito del proceso, la organización armada debe empezar a dar muestras reales de paz y eliminar cualquier duda frente a su disposición para alcanzar un acuerdo.
Uno de los hechos más relevantes de los últimos días para la agenda pública y mediática, de cara a la consecución de un acuerdo de paz con esa guerrilla, fue sin duda el mensaje donde el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaba el congelamiento indefinido del sexto ciclo de diálogos.
Esa declaratoria se da en el marco de conversaciones regionales que se iniciaron en el departamento de Nariño, supuestamente, de manera inconsulta con los delgados de esa organización ilegal en la mesa de negociaciones con el Estado colombiano.
A pesar de la pausa en el proceso que, de acuerdo a varios de los integrantes de la mesa ha avanzado mucho más que en anteriores oportunidades, el ELN aseguró respetar los términos del cese al fuego recién firmado.
Abandonar el secuestro extorsivo para generar confianza
Tras el anuncio, un amplio sector de la opinión y la cosa pública se mostró bastante escéptico, pues, a fecha de hoy son innumerables las pruebas de que en el pasado, incumplieron, principalmente en lo que tiene que ver con el secuestro extorsivo.
José Félix Lafaurie, miembro del equipo negociador del Gobierno Nacional y presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), uno de los más críticos al interior del proceso, es enfático en que una de las exigencias que debe cumplir el ELN para seguir avanzando en las negociaciones, va más allá de evitar secuestrar.
“Hay un hecho que me parece importante, que lo hemos dicho, el abstenerse de los secuestros extorsivos implica devolver a los secuestrados. Porque evidentemente a partir de la firma del cese al fuego, ellos tienen que, no solo abandonarlo, sino liberar a los secuestrados, y esto es una muestra de que se pudo”, dijo Lafaurie en entrevista con José Manuel Acevedo, director de Noticias RCN.
El líder ganadero hace referencia a la reciente liberación de odontólogo y productor banqueño, Juan Carlos Bayter, quien estuvo en manos de un bloque del ELN que opera en la zona por más de cuatro meses.
El retorno al seno de su hogar fue posible por la insistente gestión del dirigente gremial, como lo destacó Iván Cepeda en el referido programa televisivo: “El señor Juan Carlos Bayter, del Banco Magdalena, fue liberado. Ese trabajo lo hicimos con toda la delegación, pero especialmente, José Félix”.
Deponer las diferencias
Lafaurie, quien ha sido cuestionado tanto por sus copartidarios y agremiados como por la oposición, dada su madurez política, tiene claro que en escenarios como este, no pueden salir a flote temas ideológicos, pues, se trata de echar para el mismo lado en aras de un propósito justo y necesario: la paz.
“Un día me dijo algo Felipe González, y es que el gran problema nuestro es que le hablamos a nuestra propia tribu. Y creo que cuando uno es capaz de mirar a la otra tribu, las cosas empiezan a cambiar si realmente hay una visión compartida de Colombia. El gran problema es que no hemos construido cuál es la Colombia que queremos. Cuando tú no construyes, ese es un diálogo de sordomudos. Tú hablas, pero no te escuchan; o te hablan, pero no escuchas”, explicó el líder ganadero sobre su permanencia en la mesa a pesar de los constantes ataques al papel que juega dentro del proceso.
Yendo un poco más allá, sostiene que una vez alcanzada la paz, el Estado tiene que volcar todos sus esfuerzos en adecuar el sistema de justicia y también en dinamizar el sector agroindustrial, no solo para encaminarse hacia el desarrollo y la soberanía alimentaria, sino también, para eliminar de tajo los factores que generan violencia en ese sector.
“[La Colombia en paz debería iniciar] en el campo, lo que es la iniciativa privada, donde hay muchos elementos sobre los que valdría la pena mejorar las reglas de juego. Pero hay unos intangibles básicos. Hablo de la seguridad, la justicia. Un Estado de derecho donde la justicia no funcione es imposible. Acá hay tanta conflictividad por pequeñas causas, que por grandes problemas públicos como el narcotráfico, pero esos son temas que la sociedad colombiana debe pensar asertivamente”, precisó Lafaurie.
Finalmente, aseguró que el éxito de una nueva apuesta de país, producto del consenso, debe sustentarse en los hechos y no en las ideologías.
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