Los operativos se realizaron en menos de ocho días en zona rural de los municipios de Mocoa y Puerto Guzmán.
En un contundente operativo contra el terrorismo, el Ejército destruyó dos depósitos ilegales que contenían cerca de 1.500 minas antipersonal en zona selvática del departamento del Putumayo.
Según inteligencia militar, estos explosivos serían utilizados para cometer atentados terroristas, generar terror en la población civil y obstaculizar las operaciones de las autoridades.
Las operaciones realizadas representan un fuerte golpe a las estructuras criminales que delinquen en el sur del país, particularmente a los autodenominados Comandos de Frontera y la Estructura Raúl Reyes, quienes serían los responsables del almacenamiento y distribución de estos explosivos.
Primer hallazgo
La primera intervención tuvo lugar en la vereda Alto Afán, municipio de Mocoa, donde las tropas hallaron un depósito ilegal con 1.014 artefactos explosivos improvisados.
Estos se encontraban enterrados dentro de un contenedor camuflado en una espesa zona selvática. Algunos de los artefactos estaban equipados con trampas diseñadas para explotar en caso de ser manipulados, incluida una carga de 21 kilogramos de explosivo, lo que obligó a su traslado a un lugar seguro para su destrucción controlada.
Segunda operación
Días después, en la vereda Villacatalina La Torre, en el municipio de Puerto Guzmán, se localizó otro depósito con 460 minas antipersonal listas para ser instaladas en zonas rurales de los departamentos de Putumayo, Caquetá, Amazonas y Cauca.
Este tipo de armamento representa un riesgo inminente para comunidades campesinas, pueblos indígenas y la Fuerza Pública, además de constituir una flagrante violación al Derecho Internacional Humanitario.
