El exfiscal (2012-2016) y asesor en reformas constitucionales del gobierno actual enfrenta críticas por su cercanía al Ejecutivo. Se posesionará en medio de tensiones por la independencia judicial y procesos emblemáticos.
Fue confirmado la mañana de este jueves (05-06-2025) que Eduardo Montealegre Lynett, quien estuvo varios meses vinculado como contratista del gobierno Petro en proyectos de reforma institucional, asumirá el cargo de ministro de Justicia.
Montealegre llega a la cartera para sustituir a Ángela María Buitrago en un contexto de debates sobre su rol previo como asesor del Ejecutivo e impulsor en la agenda pública de iniciativas polémicas, como la consulta popular por decreto.
Egresado de la Universidad Externado y especializado en derecho penal en Alemania, Eduardo Montealegre acumula una trayectoria pública que incluye cargos como viceprocurador general (2005-2006) y fiscal general de la Nación (2012-2016).
Según fuentes de Palacio de Nariño, su posesión está programada para el 11 de junio, tras cumplir trámites legales. El nombramiento ocurre en un escenario crítico: la cartera de Justicia lidia con reformas al sistema penal, tensiones con la Corte Suprema y casos sensibles como el proceso contra Álvaro Uribe.
Analistas nacionales coinciden en que la designación refleja una estrategia de alineación política, pues, desde muchos sectores de la opinión y la cosa pública consideran que Montealegre no solo comparte la agenda de Petro, sino que ha sido arquitecto jurídico de sus proyectos.
Esta situación, en el sentir de los opinadores, podría ser un arma de doble filo, ya que, si bien por un lado podría dinamizar gestiones, por el otro, es factible que genere desconfianza en sectores judiciales.
Mientras la oposición exige garantías de independencia, el flamante ministro deberá navegar entre presiones del oficialismo y el rigor de procesos clave. Su primer desafío, dado el convulso contexto, será blindar su imagen ante la percepción de parcialidad.