Desafíos en la industria láctea de Colombia: estrategias y alianzas para el futuro

Es necesaria la formalización del sector lácteo ya que los pequeños productores no siempre están conectados a la cadena de valor formal de la leche.

La industria láctea en Colombia enfrenta desafíos significativos que están impactando profundamente en toda su cadena de valor. Uno de los problemas más destacados es la caída sostenida en el consumo de leche y sus derivados, una tendencia preocupante que ha mostrado una disminución del 9 % en 2022 y un 6 % adicional en 2023. Este declive preocupa tanto a productores como a procesadores, quienes ven amenazada la estabilidad económica del sector.

Según datos de la Asociación Colombiana de Procesadores de Leche (Asoleche), aunque el consumo ha mostrado un leve repunte en el año en curso, con incrementos que oscilan entre el 1 % y el 1.4 %, la preocupación persiste. Este fenómeno no solo afecta el tejido económico de la industria, sino que también tiene implicaciones profundas en la salud pública y el desarrollo social del país.

Rómulo Alvarado, gerente de Proyectos para el Desarrollo Lácteo de Tetra Pak, enfatizó en que el valor de la leche trasciende el ámbito económico.

«La leche no vale lo que cuesta, vale el desarrollo de un país». Este enfoque resalta la importancia estratégica de este alimento no solo en términos nutricionales, sino también en la generación de empleo y en el crecimiento económico de las comunidades.

El impacto social y económico de la industria láctea se extiende globalmente. Con aproximadamente 600 millones de personas en el mundo vinculadas a fincas lecheras, de las cuales 80 millones son mujeres, según la International Dairy Federation (IDF), la leche representa un pilar fundamental en la economía y la nutrición global.

Ante estos retos, Alvarado subrayó la necesidad urgente de transformar la cadena de valor de la leche en Colombia. Propone estrategias que incluyen la formalización del sector, especialmente para pequeños productores que aún no están integrados en la cadena formal. Actualmente, según cifras de la IDF y el International Farm Comparison Network, el 42 % de la producción mundial de leche se comercializa de manera informal o se consume directamente en los hogares, lo cual presenta oportunidades para mejorar la eficiencia y la resiliencia del sector.

En este sentido, la colaboración públicoprivada ha emergido como una vía prometedora. Proyectos como la Red Lechera del Cauca, impulsada por una alianza entre la Embajada de Suecia, la FAO, y empresas como Alpina, Alival y Tetra Pak, buscan fortalecer la sostenibilidad y competitividad del sector lácteo colombiano. Este proyecto integral no solo apoya técnicamente a 400 familias productoras de leche en el Cauca, sino que también promueve prácticas ambientalmente responsables y fomenta la equidad de género en la producción láctea.

En conclusión, la industria láctea en Colombia enfrenta desafíos considerables que requieren respuestas innovadoras y colaborativas. La adaptación a las nuevas dinámicas de consumo, la mejora en la eficiencia productiva y la inclusión de todos los actores en la cadena de valor son cruciales para asegurar un desarrollo sostenible y equitativo en el sector. La leche no solo alimenta cuerpos, sino que también impulsa economías y fortalece comunidades, destacando su papel fundamental en el tejido social y económico del país.