La iniciativa siguió su trámite a pesar de los muchos reparos que formularon empresarios, académicos y congresistas de la oposición al articulado y las advertencias del Banco de la República en torno al aumento del desempleo y la informalidad.
A pesar de los esfuerzos realizados por los congresistas de la bancada del gobierno por sacar adelante la reforma laboral, uno de los proyectos bandera de Gustavo Petro, la iniciativa legislativa fue archivada por falta de quórum el 20 junio, último día de sesiones ordinarias en esa corporación.
Después de la polémica que se armó por cuenta de la presencia del representante del Partido Conservador, Jorge Alexánder Quevedo, quien se hizo presente en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes desatendiendo los lineamientos de la bancada y dándole aire al proyecto de ley, el pasado martes, éste no contó con la presencia de los Congresistas requeridos para darle trámite a la discusión.
Desde que se conoció el texto definitivo de la reforma, varios sectores de la academia, la opinión pública y el empresariado advirtieron de los riesgos que corría el país si el proyecto se aprobaba.
¿Una reforma laboral o un pliego de peticiones sindical?
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, aseguró hace poco que las cifras que se manejaban en el texto harían imposible el sostenimiento de las nóminas para las empresas, aumentando la informalidad y el desempleo.
Opinión similar tienen los economistas del Grupo de Análisis del Mercado Laboral (Gamla) del Banco de la República, quienes en uno de los informes que publica el emisor sobre el asunto, advirtieron que tal como estaba redactada la reforma no solo podría dar al traste con más de 450.000 empleos, sino que también, podría aumentar en más de 8 billones de pesos el valor del empleo.
No obstante a las alertas del emisor, el gobierno siguió adelante con su trámite, incluso, el presidente Gustavo Petro, como ha sido su costumbre desde que llegó a la Casa de Nariño, puso en duda la veracidad de los datos contenidos en el informe. A través de su cuenta de Twitter, tras conocerse la noticia, insinuó que son los medios de comunicación y el sector empresarial los responsables del archivo de la reforma laboral.
“El hundimiento de la reforma laboral es muy grave. Demuestra que la voluntad de paz y de pacto social no existe en el poder económico. Dueños del capital y de los medios lograron cooptar el Congreso en contra de la dignidad del pueblo trabajador. Creen que las ganancias salen de la esclavitud, las largas jornadas y la completa inestabilidad laboral. El gobierno del cambio no abandonará los intereses de la trabajadora y el trabajador.”, trinó Petro.
Ojalá el gobierno busque consensos
Por su parte, Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), uno de los críticos más fuertes del articulado presentado por el gobierno, fue enfático en que era necesario un consenso para que la reforma que se presente en las próximas legislaturas esté enfocada en la preservación de los existentes y generación de nuevos puestos de empleo.
“No prosperó y se hundió en la Comisión Séptima el proyecto de Reforma Laboral que propuso el gobierno, que no generaba empleo. Es una oportunidad democrática e histórica para construir un nuevo proyecto, concertado de verdad, entre todas las fuerzas vivas del país, focalizado en la generación de nuevos puestos de trabajo y que promueva la formalización”, escribió Cabal en su cuenta de Twitter.
También se pronunció sobre el particular Bruce MacMaster, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), quien aseguró que el trasfondo de la reforma no era precisamente la equidad y el empleo justo sino todo lo contrario, muy a pesar de la defensa acérrima de sus promotores.
Muchos efectos negativos
“Contrario a lo que muchos creen, porque se lo dijeron así, el proyecto de reforma laboral no es un proyecto que genera equidad y produciría muchos efectos negativos sobre los más vulnerables. Difícil de creer pero así es. Se ha tratado de manipular la opinión pública con argumentos falsos y generando la idea de que el proyecto era favorable a los trabajadores, pero todos sabemos que en Colombia habría al menos medio millón de trabajadores que perderían su contrato”, publicó el presidente de la Andi en su cuenta de Twitter.
MacMaster hizo un llamado a la conciliación de cara a la presentación ante el Congreso de proyectos de ley en ese sentido. “Ojalá las próximas versiones de reformas sean profundamente estudiadas y debatidas teniendo realmente en cuenta a todos los sectores”, dijo el dirigente gremial.
Finalmente, es importante destacar, como lo han hecho varios abogados constitucionalistas, que debido a que el proyecto de ley no fue discutido en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, no puede volver a presentarse tal cual está redactado actualmente, lo que significa, que deben introducirse cambios en su articulado y en el sentido de su alcance.
