El estudio denominado “El alto costo de Producir Leche” realizado por Fedegán-FNG recomienda implementar políticas de costos, mitigar dependencia de materias primas del exterior, constituir modelos asociativos, establecer la planeación productiva, consolidar registros de información y que estos elementos se apliquen en cada eslabón de la cadena.
Una evaluación expresamente técnica realizada por Fedegán, le pegó a la bolita en el sentido que encendió las alarmas sobre lo que se debe hacer para que la producción de leche -aún en los eslabones de alta tecnología que suponen ser eficientes- sea competitiva.
Al examinar con rigor el esquema de costos ganaderos el gremio cúpula de la ganadería colombiana establece que cada vez es más difícil producir leche en Colombia. “No solo por las dificultades que se ocasionan desde un consumo que ha caído 11% entre 2021 y mediados de 2024; o por las crecientes importaciones de leche en polvo, lactosueros y otros derivados, desde países que subvencionan su producción en un franco escenario de competencia desleal; sino también por los crecientes costos de elaborarla.
Manifiesta que entre diciembre de 2021 y junio de 2024 el precio formal del litro de leche pagado al productor, con bonificaciones, se incrementó 22 %, lo que significa que el costo total para elaborarlo debería haber crecido menos para haber tenido rentabilidad en este período.
En el mismo periodo el costo de la mano de obra tuvo un alza de 43 %, reflejó de un comportamiento muchísimo más volátil dada la alta inflación registrada en el país desde 2021. “En ese sentido, el costo laboral tuvo el doble de incremento frente a lo que pudo subir el ingreso por cuenta de la venta de leche cruda por parte del productor”, explicó.
En el caso de alimentación, y especialmente lo relacionado con balanceados y concentrados, en el mismo horizonte tuvo un crecimiento de 9%, pero con una variación máxima de 51% entre diciembre de 2021 y mayo de 2023.
El estudio denominado “El alto costo de Producir Leche” realizado por Fedegán-FNG concluyó que en ese escenario la producción de leche en Colombia debe aplicar, consolidar y desarrollar sus cimientos o bases en los siguientes elementos:
1. Políticas de costos: considera Fedegán que lo primero que debe existir son políticas de costos para la producción agropecuaria, bien elaborando internamente muchas de las materias primas que se requieren, y es un elemento que va más allá de la industria lechera.
Señala entre otros argumentos que los costos de producir leche han sido elevados para el eslabón primario, pero ha resultado más volátil desde finales de 2021 y demasiado crítico entre 2022 y 2023 por cuenta de la crisis logística mundial y la crisis de materias primas originada por la guerra entre Rusia y Ucrania.
“Si bien hoy el valor de muchos insumos se ha reducido frente a las altas cotizaciones de 2022, nunca recuperaron la tendencia normal que traían hasta antes de la pandemia y hoy su precio es más elevado del que debería ser frente a 2019, más si se entiende que en la economía colombiana aún hay rezagos inflacionarios de años anteriores que apenas se empiezan a diluir”, sostiene.
Resalta que hoy producir un litro de leche (a julio de 2024) de la mejor calidad, tal cual como lo exige la industria (bien por grasa, proteína y/o solidos), se encuentra entre $1850 y $2100 por litro de leche, sin embargo, el pago por litro para este mes fue de $1960 en la región 1, zona de trópico alto con mayor orientación a la lechería especializada, y de $1745 por litro en la región 2, más propia al trópico bajo.
Argumentó asimismo una situación real que viene sucediendo en el país: de 48.932 predios que respondieron a la pregunta sobre el precio pagado por litro de leche, a través de la Encuesta de Caracterización Ganadera (para algunos municipios de Antioquia, Cundinamarca, Boyacá, Quindío, Risaralda y Caldas), solo 3533 predios (7,2 % del total muestral), tuvieron un precio por encima del costo de producción de la época, $2220 por litro.
2. Mitigar la dependencia de materias primas internacionales: el país tiene tendencia dependiente de materias primas y a esto se adicionan más factores asimétricos en la transferencia de precios interna frente a los insumos requeridos, por tanto el estudio de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, recomienda mitigar dicha actividad con la producción interna de granos para concentrados y, asimismo, de minerales para fertilizantes, vacunas y en muchos casos herramientas a partir de la industria siderúrgica existente en el país.
3. Avanzar en la asociatividad: la investigación considera que es fundamental que el país avance en el esquema de la asociatividad y especialmente en modelos
cooperativos para la producción lechera. “Es una ecuación ya probada a nivel
mundial e incluso a nivel interno, pero que debe enfrentar la cultura de
individualismo que es característica en las formas de producción nacional.
Además, la asociatividad da más elementos de poder colectivo de negociación
frente a adquisición de insumos y maquinaria”, explica el estudio.
4. Aplicar la planeación: considera el gremio que es fundamental empezar a planear la producción con el fin de evitar épocas críticas desde la escasez o la sobreproducción.
Dicha gestión -asegura- dará mejor panorama sobre la adquisición de materias primas en volúmenes más agregados desde la asociatividad. “Aquí deberán vincularse con los contratos de proveeduría a los que la industria lechera le ha realizado el “quite” durante muchos años”, resaltó.
5. Registro de información: importante, primordial y estratégico que el productor -grande, mediano y pequeño- efectué de manera ininterrumpida el registro adecuado de información. Este registro le permitirá saber cuál es el costo de producción de cada ganadero. “La toma de decisiones se hace por ‘feeling’ y no por registros y estadísticas adecuadas”, indica.
6. Aplicar los anteriores factores en cada eslabón de cadena: El estudio concluye con un factor que resulta de igual importancia y es que las 5 reflexiones de costos y eficiencias descritas a manera de conclusiones, también las debe hacer cada eslabón. “A pesar de la moderna tecnología que algunos tienen, suponen tener alta competitividad cuando no necesariamente es así”, puntualiza.
Consulte el estudio completo en el siguiente link