La Defensoría del Pueblo le exigió al gobierno que garantice la seguridad en la zona pues la comunidad ya no aguanta las presiones a las que están siendo sometidos por las FARC.
En los últimos meses, el municipio de Mesetas, en el Meta, ha experimentado un alarmante aumento en los casos de extorsión, generando un clima de temor entre sus habitantes. Residentes locales reportaron un incremento significativo en las demandas de dinero por parte del frente Éver Castro del Estado Mayor Central de las FARC que, mediante amenazas y coerción, buscan obtener beneficios económicos a expensas de la comunidad. Se supo que alrededor de 3.200 personas del pueblo fueron obligadas a asistir a reuniones al sitio conocido como Guayabero o Planchón del Guayabero, donde los esperaban cabecillas de esa estructura criminal, al mando de alias Iván Mordisco, escenario que ha sembrado aún más la zozobra y el terror en la zona.
Esta situación fue abordada por la Defensoría del Pueblo que expresó su preocupación y reconoció el desafío que representa enfrentar a los grupos criminales involucrados en estas prácticas ilícitas.
“El Estado Mayor Central, que ha afirmado estar dispuesto a construir la paz, con la práctica de delitos como la extorsión y el homicidio de líderes sociales está dejando claro que no le interesa”, dijo el vicedefensor Julio Luis Balanta Mina.
Así las cosas, el funcionario recalcó que es urgente que la Policía y el Ejército brinden garantías de seguridad porque, ante las amenazas, los comerciantes han optado por cerrar sus negocios.
