Gustavo Bolívar, ungido por el mismo presidente para aspirar a la Alcaldía de Bogotá y recuperar el poder en la capital, fue vencido en las urnas por Carlos Fernando Galán, del Nuevo Liberalismo. También los derrotaron en Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena.
La nueva organización del mapa administrativo en el país, luego de las elecciones regionales del pasado 29 de octubre, es un claro mensaje de rechazo a la forma como el Gobierno Nacional, abiertamente de izquierda, ha venido abordando los problemas más sensibles y que afectan al grueso de los colombianos.
A Petro no se le ha dado fácil administrar al país: la difícil situación que se vive en materia de orden público en muchas regiones del país, el aumento de la criminalidad en algunas ciudades capitales -aparentemente tomadas por el narcotráfico- y el alza sostenida en el precio de la gasolina, podrían ser las señales más evidentes.
No obstante, hay elementos mucho más complejos que al parecer están incidiendo en las formas del presidente, como, por ejemplo, el papel que en el congreso vienen ejerciendo representantes y senadores de oposición, quienes a punta de control político han frenado en seco algunas de las propuestas del ejecutivo.
Le fue mal al petrismo en las ciudades importantes
Esa sensación de insatisfacción que siente un amplio sector de la población que votó por Petro, se vio reflejada ayer en las urnas, donde los candidatos respaldados por la gran coalición Pacto Histórico fueron derrotados en las ciudades más importantes del país.
Bogotá fue tal vez el golpe más duro que recibió el presidente, quien, como han dicho varios analistas, congresistas y ONG observadoras, se metió de lleno en su papel de padrino de Gustavo Bolívar y organizó eventos y publicó muchos trinos participando en política para favorecer al exsenador.
A pesar de las encuestas que daban a Bolívar como en contrincante de Carlos Fernando Galán en la segunda vuelta, los resultados fueron avasallantes: el candidato del Nuevo Liberalismo y En Marcha, duplicó al alfil del petrismo a quien le alcanzaron los votos únicamente para quedar en tercer lugar.
En Medellín, otra de las ciudades importantes de Colombia, la situación fue casi la misma: a pesar de la renuncia de Daniel Quintero para caminar de la mano con Juan Carlos Upegui, el candidato de su movimiento; Federico Gutiérrez, excandidato presidencial del uribismo, se alzó con la victoria con una diferencia bastante amplia. La Gobernación de Antioquia también fue obtenida por el Centro Democrático a través de Andrés Julián Rendón Cardona, quien obtuvo la votación más grande en toda la historia electoral del departamento.
Situación similar se vivió en Cali. En esa ciudad, el empresario Alejandro Éder se impuso en la carrera por la Alcaldía, luego de una campaña bastante intensa. Dilian Francisca Toro, exdirectora del Partido de La U, sin obstáculo alguno luego de la revocatoria de la inscripción de Tulio Gómez, ocupará de nuevo el cargo de gobernadora que le entregó a Clara Luz Roldán, quien el próximo 1 de enero se lo devuelve.
Otra de las ciudades estratégicas y que jugó un papel definitivo en la elección de Petro como presidente, es Barranquilla, desde donde su hijo empezó a utilizar su nombre para apoderarse de dineros provenientes de empresarios corruptos, contratistas y narcotraficantes, como ha dicho muchas veces la Fiscalía.
Álex Char, uno de los estandartes de la poderosa casa empresarial y política de esa ciudad, ganó por tercera vez la alcaldía, dejando a su rival a cientos de miles de votos de diferencia, demostrando el poder que aún ostentan, a pesar de los problemas judiciales en los que se encuentra su hermano el exsenador por Cambio Radical, Arturo Char, actualmente detenido en la cárcel La Picota.
Su fórmula para la Gobernación del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, también llega por tercera vez a dirigir ese ente territorial, luego de hacerle frente a una campaña publicitaria en su contra, dirigida por el polémico consultor venezolano, J. J. Rendón.
La izquierda tiene pocos resultados positivos
Así pues, a pesar de los muchos cuestionamientos del presidente Petro a las revocatorias de inscripciones por parte del Consejo Nacional Electoral, rompiendo la división de poderes y participando activamente en política, solo en contados municipios los llamados movimientos alternativos pudieron vencer.
Uno de esos casos, es la Gobernación del Magdalena y la Alcaldía de Santa Marta, entidades que continuarán en poder de Carlos Caicedo, personaje que enfrenta varios procesos judiciales por la presunta comisión de delitos contra la administración pública y quien, al igual que Petro, está siempre dispuesto a desafiar la autoridad de las instituciones.
Óscar Enrique Sánchez Guerrero, fue el único candidato avalado exclusivamente por el Pacto Histórico que triunfó, logrando ganar las elecciones para la Gobernación del Amazonas.
Las palabras de Alfredo Saade Vergel en la red social X, describen adecuadamente el resultado del pasado 29 de octubre para el petrismo. “Señor presidente @petrogustavo; una vez recibido los resultados de la jornada electoral de hoy, con respeto y aprecio le pido que acabe el pacto histórico. El fracaso en las urnas se debe al fracaso en la mesa nacional que se dedicó replicar las tácticas de los partidos tradicionales para escoger a los candidatos que llevarían las banderas con que lo llevamos a usted a la presidencia”, trinó el cuestionado pastor.