El dirigente gremial, quien también hace parte de la mesa de negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), denunció que la tercera parte del territorio nacional está siendo dominada por estructuras armadas al margen de la ley. Se reubicaron en zonas estratégicas para proteger las rentas ilegales del narcotráfico y la extorsión.
Una de las características más destacadas de José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), es la claridad con la que expresa sus ideas respecto de un tema e concreto; también, la sinceridad para opinar, formalmente a través de sus columnas o en los micrófonos de emisoras y noticieros donde a diario concede entrevistas y participa como panelista en temas de actualidad nacional y gremialidad.
Las últimas tres semanas han sido bastante movidas para Lafaurie y los ganaderos por cuenta de la estrategia Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, propuesta por Fedegán para articular a sus agremiados con las autoridades administrativas y la Fuerza Pública, en aras de hacerle frente a los delitos de alto impacto que afectan duramente el patrimonio de los empresarios del campo.
La sobreproducción de coca trajo nuevas dinámicas
Justamente, en el marco de una de sus intervenciones en la radio, el dirigente gremial indicó que la crisis de seguridad que se vive en algunas zonas del país y que atenta contra el patrimonio y los intereses de los ganaderos y demás actores de la agroindustria, tiene que ver con el despliegue de los grupos al margen de la ley en los territorios para proteger las rentas ilegales.
En conversación con el periodista Yamid Amat, el alto ejecutivo fue enfático en que la sobreproducción de hoja de coca, como dinamizador del narcotráfico y la violencia en la ruralidad, necesita un programa de erradicación más agresivo que el actual.
“Cuando el gobierno del presidente Santos firmó el acuerdo con las FARC, Colombia tenía 42.000 hectáreas de coca y claro, el acuerdo implicaba que iba a convenir con quienes tenían plantaciones de Coca para que no fuera forzada sino de manera consensuada y hoy hay 300.000 hectáreas de coca”, comentó Lafaurie en el programa Pregunta Yamid del noticiero de CM&.
A renglón seguido, precisó que el tema de la producción de hoja de coca como base para el clorhidrato de cocaína debe abordarse desde una perspectiva que vaya más allá de políticas punitivistas debido a las consecuencias de índole socioeconómicas que trae aparejado.
“La coca que dicen que si antes había dos cosechas, hoy puede tener tres, cuatro y hasta cinco cosechas al año. Estamos inundados de coca y ¿cuál es la solución? Claro la solución es la que hay que buscar porque evidentemente, cuando figuras nuestras que el país ha ponderado como Luis Carlos Galán cuestionaba el tema del narcotráfico, pero, lo cuestionaba no solo por la ilicitud del hecho, sino también por la manera como afectaba el desarrollo”, explicó el líder ganadero.
Falta una política de seguridad más agresiva
Sobre este asunto en concreto, denunció que existen actualmente más de 400 municipios; es decir, la tercera parte del total de los entes territoriales del país; que están siendo dominados por uno o varios de los tantos actores criminales que opera en Colombia.
“El narcotráfico es un tema que yo creo que el país tiene que ponerle mucha atención, porque antes se exportaba el 70 % y el 30 % se quedaba para el consumo interno, hoy con 300.000 hectáreas, más del 70 % del total de esa producción se queda; ¿eso qué implica? Dos cosas: primero, cayó el precio y segundo, hubo que aumentar las redes de distribución: no hay pueblo ni vereda ni ciudad ni barrio ni parque que no tenga una persona que está dedicado al negocio el microtráfico”, dijo el dirigente gremial.
Este problema trasciende el ámbito de la siembra, cosecha y procesamiento de la coca y, trastoca la concepción de sociedad que tienen los habitantes de esas veredas y pueblos, muchas veces limitados en instrucción escolar: terminan siendo emprendedores de la criminalidad.
“Colombia hoy en día reclama una política de seguridad que sea mucho más eficaz para luchar contra ese flagelo, pero al mismo tiempo, para rescatarla a la autoridad y evitar que ella siga siendo simplemente un instrumento menor de los intereses perversos de los criminales en el territorio”, apremió Lafaurie, quien viene describiendo la realidad del campo y los empresarios en sus columnas de opinión dominicales.
Ganaderos no proponen ni piden ejércitos privados
Este contexto convulso, donde el año anterior se registraron más de 90 masacres con un saldo de 300 muertos, le sirve de telón de fondo al presidente ejecutivo de Fedegán y al General (r) Fernando Murillo para proponer una interacción más efectiva entre los ganaderos y todos los actores encargados de garantizar la concreción de los derechos consignados en la Constitución Política de 1991.
“El diagnóstico que le hice al presidente él lo comparte, incluso alcanzó a hacerme precisiones que me reservo por el respeto de una conversación privada con el señor presidente, pero evidentemente, comparte el diagnóstico y en consecuencia , cuando usted tiene un diagnóstico de esta naturaleza lo que tiene que hacer es actuar, actuar primero el Estado que tiene obligación constitucional, pero también la sociedad civil, de ahí la propuesta que ha tenido una controversia nacional sobre los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz”, indicó José Félix Lafaurie.
Yendo un poco más allá en el asunto, el dirigente gremial reveló que el jefe de Estado coincide en la necesidad de articular la Fuerza Pública y las autoridades administrativas con los diferentes sectores de la agroindustria que han denunciado ser víctimas del accionar de las organizaciones al margen de la ley.
“El presidente me sugirió que había que ampliar para que otros sectores de la sociedad también participar en los frentes, ampliar para que hagan parte también comerciantes y palmeros y cacaoteros pero ampliar qué los frentes de seguridad que no sean exclusivamente de ganaderos. La policía desde el año 95 viene creando frentes de seguridad con los ciudadanos para que colaboren con la policía. Es claro cuando uno dice privados, no significa excluyentes, significa que hay quien los ayuda a constituir con el buen propósito de generarle alertas tempranas, dinámicas de relacionamiento con la institucionalidad de tal manera que uno no pueda ponerle un freno”, aseveró el líder ganadero.
Finalmente, salió al paso a las declaraciones de quienes vaticinan un proceso degenerativo similar al de las extintas Convivir y explicó detalladamente los puntos duros de la propuesta presentada a la opinión pública y tanto debate ha generado.
“Los ganaderos necesitamos es autoridad, necesitamos es que las autoridades en el territorio: Fuerza Pública, la Procuraduría los jueces, los fiscales actúen en defensa del ciudadano indefenso”, señaló Lafaurie, asimismo, puntualizó que la sinrazón cuestionada iniciativa, no propone “crear ejércitos privados: el ejército es público porque es el ejército de Colombia; esto no es con armas; la propuesta nuestra va mucho más allá de la fuerza pública. Lo que hemos pretendido es tener una interrelación con las autoridades en el territorio, aquellas que tienen una obligación constitucional de proteger la vida y los bienes de los ciudadanos”.
