Colombia en llamas: violencia desbordada, asesinatos y crisis humanitaria

La expansión de grupos armados ilegales en varias regiones de Colombia desborda a las autoridades, y las comunidades exigen acción urgente del gobierno.

El terror se apodera de Colombia. La violencia se intensifica en múltiples regiones del país, dejando un reguero de sangre, destrucción y desesperación. En las últimas horas, ataques, atentados y combates han sacudido a varias comunidades, provocando un saldo alarmante de muertos, heridos y una crisis humanitaria sin precedentes.

Terror en el Pacífico

El departamento del Chocó enfrenta una situación desesperante: más de 2.000 niños siguen sin clases debido a un bloqueo armado del ELN. La escasez de productos básicos ha alcanzado niveles críticos, obligando a la Gobernación a declarar alerta hospitalaria por la falta de insumos médicos.

Mientras tanto, en el Cauca, los grupos armados ilegales han desatado el terror con ataques que han convertido a Argelia en un campo de batalla. En Popayán, un grave atentado contra el Centro de Detención Laura Valencia ha estremecido a la población: drones artillados lanzaron explosivos en una ofensiva sin precedentes.

Zozobra en el norte y la frontera

En la Sierra Nevada de Santa Marta, el hallazgo de cuerpos desmembrados ha sembrado el miedo en La Guajira, Cesar y Magdalena. Durante la Cumbre de Gobernadores, el mandatario de La Guajira advirtió sobre la creciente crisis humanitaria en la región y exigió acción inmediata por parte del Estado. Los líderes sociales también están en la mira de los violentos. En Becerril, Cesar, el Clan del Golfo ha intensificado sus amenazas a través de WhatsApp, sembrando el pánico entre quienes luchan por la defensa de sus comunidades.

El horror también se apodera de Norte de Santander. La frontera con Venezuela es un polvorín: seis personas resultaron heridas en atentados en Villa del Rosario. En el Catatumbo, el panorama es aterrador: cuatro personas fueron brutalmente asesinadas en los municipios de Tibú y Convención.

El conflicto entre el ELN y las FARC en Arauca alcanza nuevos niveles de violencia. La disputa territorial entre el Frente de Guerra Oriental Manuel Vásquez Castaño y las fuerzas de alias Pescado ha dejado un rastro de muerte: al menos tres muertos y ocho heridos en la región.

Temor en región paisa

En Antioquia, el miedo paraliza a las autoridades. Un consejo de seguridad en Yondó tuvo que ser trasladado a Barrancabermeja ante amenazas latentes. Las bandas criminales se fortalecen, y el Estado parece incapaz de contener su avance.

Las cifras son estremecedoras. En Dosquebradas, Risaralda, los homicidios se han disparado un 550 % este año. La disputa territorial y el auge del letal Tucibi han convertido la región en un infierno de sangre y muerte.

Las comunidades más golpeadas claman por acción inmediata. La expansión de los grupos armados ilegales es incontrolable, y el Gobierno enfrenta el desafío de restaurar la tranquilidad en un país que se desangra cada día.