Colombia: El país más peligroso para líderes ambientales

Según la información oficial, desde 2012, Colombia ha acumulado 461 asesinatos de defensores ambientales, más que cualquier otro país del mundo.

Colombia se mantiene como el país más peligroso del mundo para los defensores del medio ambiente, según el reciente informe de Global Witness.

En 2023, el país registró 79 asesinatos de líderes ambientales, lo que representa el 40% de los 196 casos documentados a nivel mundial.

Esta cifra marca un nuevo récord de violencia contra defensores del medio ambiente y la tierra desde que Global Witness comenzó a registrar estos crímenes en 2012.

“La cifra es realmente escalofriante en Colombia con 79 asesinatos en el país, lo que supone el 40% de todos los casos que documentamos a nivel mundial”, manifestó Laura Furones, asesora de campañas de Global Witness.

El aumento de asesinatos en los últimos tres años es alarmante: de 33 en 2021 a 79 en 2023. En este último año medido, los casos se presentaron principalmente en los departamentos de Cauca (26), Nariño (9) y Putumayo (7).

Entre las víctimas se encontraban 31 indígenas y 6 afrodescendientes, quienes están entre los grupos más vulnerables en la defensa de la tierra.

Razones

El informe de Global Witness revela que el crimen organizado es responsable de la mitad de estos asesinatos. Además, algunos están vinculados a industrias como la minería, la pesca, la tala y la hidroeléctrica, que también son factores de riesgo para los defensores ambientales.

El informe, titulado “Voces Silenciadas: La Eliminación Violenta de los Defensores de la Tierra y del Medio Ambiente en Todo el Mundo”, subraya que América Latina sigue siendo la región más afectada, con 166 asesinatos, lo que representa el 85% del total global.

Desde la firma del Acuerdo de París en 2015, al menos 1,500 defensores han sido asesinados en todo el mundo, evidenciando una tendencia alarmante en el uso de la violencia para silenciar a quienes luchan por proteger el medio ambiente.

Global Witness recomienda exigir la implementación del Acuerdo de Escazú, fortalecer redes de apoyo locales e internacionales, y visibilizar la defensa de los territorios.

El informe destaca que el Gobierno colombiano tiene una oportunidad histórica como anfitrión de la COP sobre Biodiversidad en octubre de 2024 para enfrentar estos desafíos y apoyar a los defensores del medio ambiente.