Choque político entre María Fernanda Cabal y Gustavo Petro por simbolismo del M-19

La senadora María Fernanda Cabal critica vehementemente a Gustavo Petro por reivindicar símbolos del M-19, acusándolo de glorificar un grupo responsable de secuestros, asesinatos y otros crímenes atroces.

En el panorama político colombiano, los enfrentamientos entre la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, y el presidente Gustavo Petro no son nuevos. Sin embargo, esta vez el choque ha sido más vehemente debido a la polémica generada en torno al sombrero del excomandante del M-19, Carlos Pizarro, declarado recientemente como Patrimonio Cultural de la Nación.

María Fernanda Cabal, una voz crítica y vehemente opositora del gobierno de Petro, utilizó su cuenta de X (anteriormente Twitter) para cuestionar duramente la reivindicación de elementos relacionados con el M-19, una guerrilla a la que Petro perteneció en su juventud. “Ningún elemento del M-19 es instrumento de paz o nos define a los colombianos.

Ese grupo terrorista cometió más de 557 secuestros y otros hechos criminales documentados por el Centro de Memoria Histórica”, escribió la senadora, acompañando su mensaje con una lista detallada de los crímenes cometidos por el grupo insurgente.

Según los datos compartidos por Cabal, el M-19 estuvo involucrado en:

– 67 casos de asesinato colectivo, dejando un saldo de 84 víctimas.

– 5 casos de atentados terroristas.

– 122 casos de daño a bienes civiles.

– 4 casos de desapariciones forzadas con 5 víctimas.

– 4 casos de minas, resultando en 2 víctimas.

– 5 casos de reclutamiento y utilización de menores con 154 víctimas.

– 178 casos de secuestro con 396 víctimas.

– 1 caso de violencia sexual con 1 víctima.

Desde su llegada a la Casa de Nariño, Gustavo Petro ha intentado reivindicar la memoria del M-19, desatando el rechazo de varios sectores de la derecha. En su posesión presidencial el 7 de agosto de 2022, ordenó que le trajeran la espada de Bolívar, robada por el M-19 en su época de insurgencia, argumentando que representaba una protesta ante las injusticias sociales y políticas del país. Este acto simbólico fue solo el inicio de una serie de gestos destinados a resaltar la memoria del grupo guerrillero.

Más recientemente, el 24 de abril de 2024, durante la conmemoración del aniversario del asesinato del excomandante guerrillero Carlos Pizarro, Petro exhibió la bandera del M-19. En esa ocasión, el mandatario afirmó que «la bandera de la organización no debía ser ocultada», reafirmando su postura de que la memoria del M-19 es parte integral de la historia colombiana.

Peligrosa narrativa

Sin embargo, según críticos como Cabal, estas acciones representan una afrenta a las víctimas del M-19 y distorsionan la historia. Cabal enfatiza que no se debe glorificar a un grupo responsable de tanto dolor y sufrimiento. Sus críticas van dirigidas no solo al pasado guerrillero de Petro, sino también a lo que considera una narrativa oficial peligrosa que intenta minimizar los crímenes cometidos por el M-19.

El enfrentamiento entre Cabal y Petro no es solo un reflejo de sus diferencias ideológicas, sino también de un país dividido sobre cómo recordar su historia reciente. Mientras Petro y sus seguidores defienden que el M-19, tras su desmovilización en 1990, contribuyó a la apertura democrática de Colombia, sus detractores insisten en que los crímenes del grupo no pueden ser olvidados ni justificados.

Las posiciones encontradas de Cabal y Petro representan dos visiones opuestas: una que busca reivindicar el pasado insurgente como parte de un proceso de cambio social, y otra que exige justicia y memoria para las víctimas de la violencia guerrillera.