En el debate de precandidatos del Centro Democrático en Blu Radio, María Fernanda Cabal planteó sin titubeos su compromiso de frenar el caos que está dejando Gustavo Petro y reconstruir a Colombia con fe, orden y carácter.
Durante el primer debate de precandidatos presidenciales del Centro Democrático, organizado por Blu Radio, la senadora María Fernanda Cabal no solo reafirmó su perfil como figura de oposición frontal al gobierno de Gustavo Petro, sino que se proyectó como la aspirante con más claridad, determinación y propuestas para devolverle el rumbo a Colombia.
Con un discurso apasionado, sin ambigüedades y directo al corazón de los colombianos inconformes, Cabal dejó claro que está dispuesta a liderar una transformación desde la autoridad, la verdad y la libertad.
“Si es la voluntad de Dios, seré la primera mujer presidente de Colombia”, fue su declaración inicial, cargada de convicción y simbolismo. En una política cada vez más desconectada de los valores fundamentales de la sociedad, la líder opositora puso sobre la mesa el mensaje de fuerza espiritual, orden moral y autoridad que tanto anhelan millones de ciudadanos.
La senadora no se anduvo con rodeos. Denunció de frente la corrupción que carcome las instituciones, la mediocridad impuesta por un sistema clientelista que premia la incompetencia y, sobre todo, la inseguridad generalizada que ha dejado a Colombia a merced de criminales y bandas armadas. Para Cabal, no hay posibilidad de desarrollo ni paz mientras no se restablezca el principio básico del orden.
“La seguridad es orden, es autoridad y es libertad”, dijo tajantemente. Y añadió: “No se construye prosperidad cuando el Estado premia la impunidad. Premiar al delincuente es sacrificar a la víctima. Eso es un mundo al revés, y yo no quiero un mundo al revés”.
Con una visión de Estado centrado en principios judeocristianos, Cabal defendió una sociedad construida sobre el mérito, el esfuerzo, y la protección a quien trabaja y genera valor, no a quien vive del resentimiento ni de las dádivas populistas. Su crítica al modelo de gobierno de Gustavo Petro fue demoledora: lo calificó como un “desastre” peor que la pandemia del COVID-19, y lo acusó de usar la pobreza como herramienta de manipulación electoral.
Una defensora del trabajo, la propiedad y la productividad
Durante el debate, Cabal reveló que Petro le quitó la posibilidad de tener vivienda a 50.000 familias que ahorraron 16 millones de pesos para acceder a un techo propio. “Sin subsidios, sin esperanza. Eso no es gobernar para el pueblo”, enfatizó. Esa denuncia fue uno de los golpes más duros durante el debate, poniendo en evidencia el abandono del gobierno frente a la clase trabajadora que lucha por salir adelante.
En contraste, la senadora propuso soluciones concretas: créditos pagables para los más pobres, IVA cero para los bienes de producción de las mipymes, y un plan urgente para el recambio de electrodomésticos como forma de aliviar los altos costos energéticos que afectan a millones de hogares.
A esto sumó una propuesta estratégica: un acuerdo nacional entre empresas transportadoras y distribuidores de combustibles para reducir el precio del galón de ACPM entre 300 y 1000 pesos. Una medida concreta que podría impactar directamente el costo de vida y la competitividad del país.
La salud, otro pilar de su propuesta de reconstrucción nacional
Cabal denunció con vehemencia la destrucción del sistema de salud colombiano, que durante años fue ejemplo de cobertura solidaria y eficiencia. Acusó a Petro de haber desmontado uno de los mejores modelos del continente para reemplazarlo por un sistema burocrático y politizado, similar al que impuso como alcalde de Bogotá, con los Centros de Atención Prioritaria (CAP).
“¿Dónde atienden a Petro y a su familia? ¿En el CAP del barrio o en la Clínica Santa Fe?”, preguntó retóricamente, dejando en evidencia la hipocresía del discurso gubernamental. Cabal rechazó la contratación de miles de burócratas “entre sociólogos, psicólogos y trabajadores sociales” para hacer visitas casa por casa, como si no existieran registros clínicos digitales ni capacidad instalada. “Le falta el astrólogo”, ironizó.
Educación sin adoctrinamiento y economía sin socialismo fracasado
Otra de las banderas de la senadora fue el rechazo al adoctrinamiento ideológico en las aulas. Denunció cómo el “ministro de la mala educación” ha dejado sin formación a miles de jóvenes de estratos 1 y 2, y propuso recuperar una educación basada en el conocimiento real, global y competitivo.
Asimismo, abogó por una política económica basada en la empresa, en el esfuerzo individual y en reglas claras que premien al que trabaja y produce. “La izquierda no sabe gobernar, solo sabe mentir”, afirmó, señalando que Petro ha convertido la necesidad de los colombianos en un instrumento de chantaje y manipulación.
Cabal, la única con carácter, visión y propuestas sólidas
Mientras otros precandidatos del uribismo optaron por discursos más técnicos o prudentes, María Fernanda Cabal habló sin miedo, como quien conoce el país real, sufre con su gente y tiene un proyecto claro para devolverle a Colombia el rumbo perdido. Representa una alternativa fuerte, coherente y decidida, que no le teme al populismo, ni a la corrección política, ni al qué dirán.
En un país donde la inseguridad, la inflación, el desgobierno y la desesperanza se han vuelto pan de cada día, Cabal se ha consolidado como la voz firme que podría devolverle a Colombia el orden, la esperanza y la dignidad.
Y como ella misma lo expresó al final del debate: “primero Dios, respeto a la Constitución y protección a la ciudadanía. Aquí volvemos a recuperar el rumbo”.