La Corte Suprema de Brasil reunió este lunes la mayoría necesaria para mantener en prisión preventiva al expresidente Jair Bolsonaro, detenido por manipular la tobillera electrónica mientras cumplía arresto domiciliario. El tribunal consideró que hubo riesgo real de fuga y violación grave de una medida cautelar. El exmandatario, condenado a 27 años por golpismo, permanece recluido en una sala especial de la Policía Federal en Brasilia.
La crisis judicial que enfrenta Jair Bolsonaro, se profundizó este lunes, cuando la Sala Primera de la Corte Suprema alcanzó la mayoría para mantener la detención preventiva dictada el sábado. El expresidente, trasladado desde su residencia en Brasilia tras la alteración de la tobillera electrónica, permanecerá recluido en instalaciones de la Policía Federal hasta que el alto tribunal concluya su revisión formal. Aunque la última magistrada aún debe emitir su voto, los apoyos ya son suficientes para sostener la medida.
Esta decisión se produce después de que los investigadores confirmaran que Bolsonaro inutilizó con un soldador el dispositivo de monitoreo durante la madrugada del sábado, justo antes de una vigilia convocada por su hijo Flavio Bolsonaro frente al domicilio. El juez Alexandre de Moraes, instructor del proceso, afirmó que la manipulación del aparato constituye una violación clara de las condiciones del arresto domiciliario y demuestra un riesgo inminente de fuga, especialmente por la posibilidad de buscar refugio diplomático, como ya evaluó antes de ser juzgado.
El expresidente, sometido a interrogatorio el domingo, admitió haber destruido la tobillera, aunque aseguró que actuó bajo un episodio de paranoia provocado —según su testimonio— por la mezcla de pregabalina y sertralina. Para la Corte, el argumento médico no altera la responsabilidad objetiva sobre la violación de la cautelar, ni elimina la sospecha de que pretendía evadir la supervisión judicial. Los magistrados recordaron que sus problemas de salud pueden atenderse bajo supervisión en custodia federal.
La defensa había solicitado que Bolsonaro cumpliera la sentencia en su domicilio por razones humanitarias, alegando secuelas de la puñalada sufrida en 2018 y episodios de ansiedad y vómitos. Sin embargo, el comportamiento detectado con la tobillera reforzó la posición del Supremo de que no existen condiciones para un régimen menos restrictivo.
El proceso avanza en un contexto políticamente sensible. Brasil afronta la recta final de la COP30 en Belém, mientras el presidente Luiz Inácio Lula da Silva participa en el G-20. Además, varias figuras del bolsonarismo —entre ellas Alexandre Ramagem y Eduardo Bolsonaro— han abandonado el país pese a tener prohibido viajar, lo que aumenta la presión para evitar nuevas fugas entre los condenados por golpismo.



