Autoridades locales y líderes sociales alertaron sobre la difícil situación humanitaria que se vive en el suroccidente del Caquetá.
Los combates entre estructuras de las FARC, por control territorial, tienen confinadas a 500 familias de la vereda Palmeiras, jurisdicción del municipio de San José del Fragua, en Caquetá, zona limítrofe con el departamento del Cauca.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, los enfrentamientos entre el frente Carolina Ramírez, del Estado Mayor Central, y la estructura Comandos de la Frontera, de la Segunda Marquetalia, ha impedido que los habitantes de esa localidad salgan a desarrollar sus actividades cotidianas.
“Las comunidades reportaron que no han podido salir de sus viviendas por temor a la agudización de las acciones armadas y por la presencia de cuerpos sin vida en las vías rurales de miembros, según su denuncia, que eran de esos grupos armados ilegales”, manifestó el defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, quien advirtió que, de continuar los enfrentamientos armados, se incrementaría la posibilidad de que en las próximas horas se registre un desplazamiento forzado masivo de familias confinadas hacia el casco urbano de San José del Fragua.
“En nuestro oficio de consumación del pasado 13 de febrero, el cual enviamos al Ministerio del Interior, dimos cuenta de los riesgos para líderes sociales, comunales, como también para campesinos, por el reacomodamiento y recuperación de los territorios de los grupos armados ilegales en el sur del Caquetá”.
Ante ese preocupante panorama, la Defensoría del Pueblo enfatizó en la urgencia de adelantar un comité de justicia transicional para activar las rutas de atención por la posible llegada de habitantes de esa vereda hacia el casco urbano del municipio.