¿Agencia Nacional de Tierras está haciendo politiquería con la entrega de títulos, usando como excusa apoyo a la reforma agraria?

Los eventos se han convertido en escenarios donde los asistentes portan pancartas de Gustavo Petro y Francia Márquez como si aún estuvieran en campaña, coincidiendo éstos con la publicación de encuestas que revelan de la baja aprobación de ambos. Igualmente, resulta curioso que se lleven a cabo en zonas donde los candidatos avalados por coalición de gobierno tienen pocas posibilidades en las próximas elecciones regionales. 

A pesar de las críticas que ha recibido desde distintos sectores de la opinión y la cosa pública el proyecto de decreto que pretende organizar y promover con recursos públicos las movilizaciones campesinas en defensa de la reforma agraria, desde la Agencia Nacional de Tierras se vienen ejecutando abiertamente este tipo de eventos.

En varios videos y fotografías que se pueden apreciar en los perfiles oficiales de la ANT y de su director, Gerardo Vega, queda evidenciado que los actos de entrega de títulos de propiedad se convirtieron, por decir lo menos, en una suerte de evento proselitista.

Asomarse a esas entregas masivas de títulos es darse de cara con un frentero activismo político, sin dudas orientado a impulsar los bajos índices de aprobación que tienen tanto Gustavo Petro como Francia Márquez.

¿Reuniones de campesinos o para el activismo político?

Las más recientes encuestas realizadas por varias firmas autorizadas para tales estudios dan cuenta de la progresiva disminución de la aprobación de ambos personajes, quienes a fecha de hoy marcan menos de 40 % en imagen positiva. Además, el pesimismo respecto de sus políticas de gobierno es notable cuando se revisa la estadística respecto de cómo cree el colombiano promedio que van las cosas en el país.

Amén de lo positivo que resulta para muchos sectores del campesinado la entrega de tierra que antes no tenían y la formalización o saneamiento de títulos con algún tipo de vicio legal, es incomprensible, según algunos analistas, que en esos eventos se porten pendones de Petro y Márquez como si aún estuvieran en campaña.

Algunas imágenes que circulan en redes sociales también dejan ver que los eventos terminan con grupos musicales y los asistentes bailando en las instalaciones donde se lleva a cabo el evento. También hay evidencia de asistentes enviando mensajes de respaldo a Petro y varios de sus cuestionados funcionarios, aparentemente inducidos por personal de la ANT.

Puestas en escena con pancartas de Petro y Francia Márquez

Resulta mucho más llamativo, que a escasos 40 días de las elecciones regionales, se organicen este tipo de eventos precisamente en departamento y zonas donde los candidatos que respalda la Coalición Pacto Histórico y Colombia Humana tienen pocas o nulas posibilidades de resultar elegidos en las urnas.

Estos eventos parecen ser una puesta en escena orientada también a potenciar la idea de que el campesinado tiene que movilizarse, dejar abandonadas sus parcelas para recorrer las calles de las ciudades más importantes del país presionando a congresistas, ganaderos y grandes empresarios del campo, que según el discurso del gobierno son los responsables que no se haya puesto en marcha la reforma agraria como se prometió en el marco de la campaña presidencial.

Muchas evidencias hay en la historia reciente del país que demuestran que este tipo de acciones, instigadas desde algún sector político, supuestamente coordinadas, han terminado en hechos que aún se lamentan, pues, sirven como sofisma de distracción para grupos armados ilegales y terroristas internacionales que se camuflan para sembrar el caos, como ocurrió recién en el denominado ‘Paro Nacional’, donde fueron arrestados y expulsados del país varios extranjeros promotores de desmanes.

Gobierno impulsa marchas el 27 de septiembre a un mes de elecciones

Se ambientan en varias zonas alejadas del país y excluidas; si se quiere; masivas movilizaciones hacia Bogotá a finales de septiembre, que deberían ser tomadas muy en serio por las autoridades administrativas y de Policía, porque el ‘garantismo’ excesivo que raya en la permisividad y debilidad institucional, puede ser peligroso tanto para quienes participan activamente de las marchas, como para quienes no lo hacen.

Finalmente, sería bueno que los entes de control miren con lupa las actividades que vienen realizando Gerardo Vega y la ANT para determinar si se ajustan a los parámetros establecidos por el ordenamiento jurídico o si por el contrario, pueden ser objeto de algún tipo de reproche.