La operación contó con participación del Ejército, la Fuerza Aérea y la Fiscalía, tras labores de verificación en la zona. Las autoridades investigan si los elementos serían usados para acciones armadas contra civiles y uniformados que se movilizan por los corredores rurales del suroccidente del país.
Tropas del Ejército Nacional localizaron un depósito clandestino con material explosivo en zona rural de Jamundí, Valle del Cauca, durante un operativo interinstitucional que incluyó acompañamiento de la Fuerza Aérea Colombiana y personal de la Fiscalía. El hallazgo ocurrió en el corregimiento de San Antonio, tras actividades de reconocimiento y verificación de riesgos en la región.
El ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez, explicó que la información recolectada sugiere que el escondite estaba asociado a estructuras armadas que han intentado expandir su accionar en el Valle y el Cauca. Según dijo, “soldados del Ejército, en coordinación con la Fuerza Aérea y la Fiscalía, ubicaron y neutralizaron un depósito ilegal de explosivos en zona rural de San Antonio, Jamundí”, una acción que, afirmó, afectaría la capacidad operativa de esas organizaciones.
Durante la inspección fueron halladas granadas artesanales, pólvora, mecha lenta, cartuchos, cableado, un chaleco multipropósito y otros insumos utilizados para elaborar artefactos explosivos improvisados. Sánchez advirtió que algunos elementos mostraban adaptaciones recientes.
“Entre el material incautado había explosivos listos para ser instalados en drones, una amenaza creciente usada para atacar a nuestras tropas y poner en riesgo a la población civil”, señaló.
La vía cercana al punto fue cerrada de manera preventiva mientras personal especializado realizaba el análisis técnico y la posterior destrucción del material, decisión que buscaba evitar accidentes o daños colaterales. No se reportaron heridos, afectaciones a viviendas ni interrupciones prolongadas en la movilidad.
De acuerdo con la información preliminar, el arsenal habría sido acondicionado para acciones ofensivas en la zona, tanto contra patrullas militares como contra quienes transitan habitualmente por ese corredor rural. Frente a ese riesgo, el ministro afirmó que “estos artefactos pretendían ser usados para cometer atentados contra nuestros soldados y contra los habitantes y transeúntes que a diario se movilizan por el sector”.
La Fiscalía asumió la indagación para establecer responsables, procedencia del material y posibles enlaces con otros hechos registrados recientemente en el suroccidente del país. El Ministerio de Defensa reiteró el llamado a la ciudadanía para reportar movimientos o presencias inusuales que puedan advertir nuevas amenazas.



