Esta semana será recordada con dolor en la historia reciente de Colombia. De acuerdo con la Policía Nacional, 24 atentados terroristas sacudieron al país, principalmente en el suroccidente, dejando un trágico saldo de 8 muertos, entre ellos dos policías y al menos 64 heridos.
La escalada de violencia en Cauca y Valle del Cauca, atribuida al grupo terrorista FARC generó indignación y temor entre la población civil esta semana. Frente a este escenario, la senadora María Fernanda Cabal no dudó en emitir contundentes declaraciones en X (antes Twitter), exigiendo acciones inmediatas del gobierno:
«Los 24 actos terroristas registrados hoy en el suroccidente del país confirman el total fracaso del gobierno en su obligación más básica: proteger la vida y la seguridad de los ciudadanos», dijo la líder opositora.
En su mensaje, la congresista expresó su solidaridad con las víctimas y sus familias, y lanzó una clara advertencia: “El terrorismo no puede seguir siendo tolerado ni minimizado”.
Además, rechazó cualquier intento de negociación con criminales y exige una respuesta firme del Estado: “No más excusas. No más diálogos con criminales. ¡Se necesita mano firme y ofensiva total contra el terrorismo!”.
La pregunta que muchos colombianos se hacen ahora es inevitable: ¿estamos retrocediendo a los años más oscuros de la historia nacional, cuando el terrorismo campeaba a sus anchas?
Mientras el gobierno insiste en un discurso de aparente paz y diálogo -que solo ha beneficiado a los grupos terroristas-, los hechos hablan por sí solos: Colombia está bajo ataque y necesita respuestas urgentes.