A pesar de que el presidente Gustavo Petro había expresado su respaldo a las movilizaciones convocadas por las centrales obreras, finalmente sostuvo que el gobierno no las organizó. La jornada tuvo una participación menor a la esperada.
Tras la débil respuesta ciudadana a la jornada de movilizaciones convocada para exigir al Congreso la aprobación de la reforma laboral y la repetición de la votación de la consulta popular, el gobierno nacional tomó distancia de los hechos.
Aunque el presidente Gustavo Petro había mostrado en repetidas ocasiones su apoyo a estas manifestaciones, incluso solicitando públicamente a la fuerza pública evitar actos de violencia contra los ciudadanos, finalmente aclaró que las protestas no fueron organizadas por el Ejecutivo.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, también se desligó de las movilizaciones, subrayando que, si bien existe afinidad con algunos reclamos sociales, la convocatoria no fue hecha por el gobierno. “La huelga de hoy no ha sido convocada por el gobierno nacional. Otra cosa es que uno pueda estar en concordancia con algunos sectores de la sociedad al mostrar inconformismo con el Senado, cuando hundieron de forma fraudulenta, robándose la votación de la consulta”, afirmó Benedetti.
El ministro, además, responsabilizó al Congreso por los bloqueos que afectaron la movilidad de cientos de personas en distintas regiones del país, insistiendo en que ni él ni el Ejecutivo llamaron a la jornada de protesta.
Pese al respaldo simbólico que Petro había expresado días antes, incluso declarando en Barranquilla que “si el pueblo se iba a una huelga, él lo iba a acompañar”, las manifestaciones de este miércoles no lograron reunir el apoyo masivo esperado en puntos clave del país.